"No queda otra que esperar a que nos dejen volar". El que habla es Andrés Huisman, un argentino de 24 años que viajó rumbo a Europa por cuestiones de trabajo y aún hoy sigue varado, a la espera de poder regresar al país. Andrés llegó el 27 de marzo a Bruselas, previo paso por España. Luego de varios días de estadía en la capital de Bélgica, tenía vuelta prevista para el viernes 16 de abril.
Pero en su itinerario no estaba previsto que el volcán islandés Eyjafjallajokull iba a entrar en erupción y provocar la paralización de más de 30 mil vuelos en todo el continente europeo. Por esa razón debió cambiar su pasaje para el jueves 21 de abril, segundo día en el que, supuestamente, los vuelos volverán a la normalidad.
Paciencia. Para evitar el colapso en los aeropuertos, las aerolíneas, vía sus páginas web, avisan a los pasajeros el estado de los vuelos y cuándo se estima que se volverá a volar. "Los cambios del pasaje lo hice a través de Internet para evitar ir hasta allá. Ahora están vacíos, porque todos saben que no podrán viajar y que hay que esperar hasta el miércoles para empezar el regreso", explicó Andrés a Perfil.com y agregó que el cambio de pasaje fue totalmente gratis.
En Bruselas las autoridades le dieron camas militares a los usuarios que decidieron esperar ahí, ya que no tuvieron la posibilidad de ir a un hotel. Andrés logró quedarse en lo de un amigo que vive en Bruselas desde el año pasado.
La ayuda de Internet. Además de las aerolíneas, la página Flight Radar muestra en vivo información de los vuelos. De esta manera se puede observar que ya se están haciéndo viajes de prueba sin pasajeros. "Es todo muy raro, porque por un lado los pilotos dicen que está todo bien, pero por otro no quieren arriesgarse a un accidente por apurarse".
El sábado, la aerolínea alemana Lufthansa operó varios vuelos sin pasajeros entre Múnich y Fráncfort. Por su parte, la Royal Navy de Inglaterra puso a disposición barcos para trasladar a los usuarios desde la isla hasta el continente.
Orden. Bélgica no es un destino más en Europa. Es la capital de la Unión Europea, por lo que millones de personas pasan por Bruselas diariamente. A pesar de eso, todos parecen haberlo tomado con calma: "No pasó nada grave por suerte. Esto no es la culpa de nadie. Muchos usaron el tren, aunque era lógico que iban a colapsar y así pasó", añade Andrés que espera estar antes del fin de semana en la Argentina. "Me gusta Europa, pero extraño a mis amigos en Buenos Aires", dijo antes de colgar vía Skype.
(*) de la redacción de Perfil.com.