INTERNACIONAL
Steve Bannon

El enemigo del Papa al que Donald Trump indultó antes de irse

Jefe de la campaña trumpista en 2016, su extremismo lo alejó de la Casa Blanca. Coordina ultraderechistas en el mundo y estaba procesado por desviar dinero de una campaña pública para construir el muro con México.

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Es uno de los impulsores de una red internacional de la ultraderecha. | AFP

En su último día de mandato el presidente Donald J. Trump concedió indultos a 73 personas y conmutó las sentencias de otras 70. En el pelotón, además de condenados por delitos comunes, figuran varios de sus aliados procesados por causas de corrupción. Entre ellos Steve Bannon, estratega político de la nueva derecha, que se desempeñó como jefe de campaña del magnate en 2016.

En agosto de 2020 Bannon fue detenido y procesado por la defraudación a cientos de miles de personas que aportaron 25 millones de dólares a su campaña “We Build The Wall” (Nosotros construimos el muro). Un juez le concedió la libertad bajo fianza de US$ 5 millones. Ahora el indulto presidencial lo deja libre de culpa y cargo. Curiosa paradoja para un líder de la nueva derecha que hizo de la lucha contra la corrupción política uno de los temas favoritos de campaña.

En 2017, después de dejar la Casa Blanca, Bannon se trasladó a Europa para colaborar con varios movimientos políticos europeos de derecha y extrema derecha. Estos incluyen el Frente Nacional de Francia, la Fidesz de Hungría, la Liga del Norte de Italia y VOX de España, entre otros. En Brasil participó como estratega de la campaña electoral de Jair Bolsonaro.

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Las causas de los indultados por Trump: evasión fiscal, fraude, contrabando, y sobornos

Era el principal inversor de la consultora de datos Cambridge Analytica, que accedió a los datos de 50 millones de usuarios de Facebook para influir su voto en favor de Donald Trump y del Brexit en Gran Bretaña. Básicamente es un gran estratega de la comunicación moderna. Ha descubierto el poder de las fake news y las maneja como nadie para influir en campañas políticas. Se define a sí mismo como populista nacionalista, anti elites globalistas, pero defensor del libre mercado. Anti inmigración hispana y musulmana. Anti políticas de género, antiaborto, anti LGBT. Firme defensor de la “guerra económica” con China.

“El Papa Francisco es el enemigo: vaya y atáquelo frontalmente”, fue la sugerencia de Steve Bannon al líder de la Liga del Norte italiana, Matteo Salvini, en una reunión en Washington en 2016. El contenido de la reunión fue revelado por el periódico británico The Guardian en abril del 2019.

Salvini recogió el guante y se mostró muy crítico hacia Francisco, en especial por sus llamados a abrirles las puertas a los inmigrantes que se ahogan en el Mediterráneo. Incluso se ha mostrado con una remera con la inscripción: “Benedicto es mi Papa”, en línea con los religiosos conservadores que dicen desconocer a Francisco.

“Podés ir por Europa y el populismo se está propagando y el Papa está simplemente muy equivocado”, dijo Bannon en una entrevista con NBC. Su confrontación con Francisco tiene varios frentes. En Estados Unidos alentó y financió la corriente de oposición al papa liderada por algunos cardenales como Raymond Burke y el arzobispo Carlo María Viganó, quien en una carta pidió la renuncia del Papa. Viganó publicó otra carta, esta vez de encendido apoyo a Donald Trump ante “el ataque que recibe de los hijos de las tinieblas y las “élites del estado profundo”.

Bannon preso, sus ideas libres

Burke es, por su parte, un mentor del Tea Party, la extrema derecha estadounidense vinculada  a las multinacionales de la energía y asociaciones anti inmigrantes. Para Burke existe una Iglesia y una anti iglesia, esta última representada por el Papa actual, al que acusa de ser “herético” .

 La última batalla que se libra hoy es por la cesión en alquiler de un antiguo monasterio medieval a 110 kilómetros de Roma, alquilado a nombre del Dignitatits Humanae Institute (DHI), por un testaferro de Bannon para poner su “escuela de gladiadores”, una suerte de “universidad o colegio del populismo” en el corazón de Europa.

Hasta hoy el único contacto público de Steve Bannon con la política argentina ha sido a través de Cynthia Hotton, la malograda candidata a vice de Juan José Gómez Centurión, quien se reunió con Bannon, foto de por medio, en Washington, en julio de 2019.

Con 74 millones de votos logrados en la elección, Donald Trump está muy lejos de “irse a su casa” y Bannon podría ayudarlo a armar un nuevo partido político, como se está especulando.

Muro, ilusionismo y xenofobia

 “El indulto de Bannon también es carne roja para la extrema derecha, similar a las que le precedieron para el sheriff Joe Arpaio y Dinesh D’Souza. Militares criminales de guerra, mercenarios de Blackwater y similares. Parecen diseñados para entusiasmar a la base de Trump, lo cual no es una consideración menor cuando está especulando sobre la formación de un nuevo partido político”, escribió el New York Times.

Con el indulto, Trump recupera varios operadores políticos, en especial Bannon quien seguramente volverá a recorrer el mundo alentando a los líderes de la nueva derecha, que nada hace prever que desaparezca por la derrota de Trump. Mientras los gobiernos progresistas sigan errando sus políticas, el “antiglobalismo” seguirá cosechando adherentes.  

*Autor de Salvados por Francisco y La Lealtad-Los montoneros que se quedaron con Peron”.