El presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, asumió hoy el cargo tras 61 años de gobierno del conservador Partido Colorado, en una ceremonia a la que asistieron Cristina Fernández de Kirchner y Luiz Inacio Lula da Silva, entre otros mandatarios latinoamericanos.
El hasta ayer presidente paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, se excusó de participar de la ceremonia de traspaso de mando, luego de ser duramente criticado por miembros de su partido que lo acusan de ser “el mariscal de la derrota” y el culpable del fin del “reinado” de 61 años del Partido Colorado, incluidos los 35 de la dictadura de Alfredo Stroessner.
El ex obispo ganó las elecciones el 20 de abril con 40% de los votos, catapultado por la coalición centroizquierdista Alianza Patriótica para el Cambio (APC). La llegada al poder de Lugo ha generado un ambiente de expectativas en los 6 millones de habitantes del país, de los cuales el 40% es pobre.
El 76% de los paraguayos espera que la situación mejore con el nuevo Gobierno, revela ayer una encuesta de la firma First Analisis, encomendada por el diario ABC Color.
En vísperas de la investidura, ayer por la noche Lugo hizo juramento simbólico ante miles de seguidores, en su mayoría obreros, campesinos y gran cantidad de jóvenes, y además fue bendecido en un ancestral rito indígena, en un festivo acto en las afueras de Asunción.
Asistieron a la investidura oficial nueve presidentes, principalmente de la región, los cuales han ofrecido pleno apoyo al flamante gobernante. El presidente venezolano, Hugo Chávez, ofreció "todo el combustible que necesite" a Lugo para apuntalar su gobierno, ante versiones de un posible boicot del oficialismo saliente. El mandatario boliviano, Evo Morales, también ofreció acuerdos de corto plazo para formalizar la venta de gas natural a su vecino, y Chile lo asesora con sus hombres más representativos como el ex presidente Ricardo Lagos.
A su llegada a Asunción, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió de los desafíos que enfrentará su colega paraguayo, y dijo que su gobierno puede ser fuertemente cuestionado, como lo fue el del boliviano Morales.
Morales, Chávez y Correa asistieron a la investidura, como también Cristina Kirchner, el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, el uruguayo Tabaré Vázquez, la chilena Michelle Bachelet de Chile, el hondureño Manuel Zelaya, y el taiwanés Ma Ying Jeou.
Numerosos son los invitados totalmente fuera del ambiente político presidencial, entre estos el Premio Nobel de economía de Estados Unidos, Joseph Stiglitz, el sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, y el escritor uruguayo Eduardo Galeano, que ocuparán un lugar preferencial en el palco oficial. Este contará con la presencia de 2.000 invitados sentados y un público estimado de unas 10.000 personas.