INTERNACIONAL
En el nombre del padre

El hijo de Pinochet negó que el infarto sea una farsa

Familiares de víctimas de la dictadura chilena y abogados querellantes dudan la veracidad del ataque, que coincidió con el día en que la Corte de Apelaciones de Santiago debía decidir si le concedía al dictador la libertad bajo fianza por el caso “Caravana de la Muerte”.

1116pinochet468
Pinochet no est dispuesto a "pedir un perdn nacional", dijo su hija Luca durante una entrevista telelvisiva. | AFP
Marco Antonio Pinochet Hiriart, el hijo varón menor de Augusto Pinochet, negó hoy las acusaciones que aseguraban que el ataque cardíaco de su padre había sido “montado”, y afirmó que si el ex dictador hubiera llegado cinco minutos tarde al Hospital Militar de Santiago habría muerto.

Pinochet, de 91 años, ingresó el domingo en el recinto aquejado de un infarto de miocardio, un edema pulmonar y una insuficiencia cardiaca. Ayer, ya estaba estabilizado y hoy ya se lo declaró fuera de peligro.

Justo este lunes, la Corte de Apelaciones de Santiago debía resolver la petición de la defensa del ex senador vitalicio de concederle la libertad bajo fianza por el caso "Caravana de la Muerte".

Finalmente, los magistrados concedieron la solicitud. La coincidencia de ambas situaciones hizo que familiares de víctimas y abogados querellantes manifestaran sus dudas sobre la veracidad de la enfermedad.

El conocido periodista local Alejandro Guillier afirmó que ninguna persona de 91 años sobrevive a un padecimiento así.

"Le diría que sí, que tiene razón, que es imposible, (pero) le voy a explicar por qué. Mi padre desde que está enfermo, tiene una ambulancia en la casa y un enfermero. Se demoró siete minutos entre que sufrió este infarto y la llegada al hospital. Tome en cuenta el tiempo", indicó Marco Antonio Pinochet a Radio Cooperativa.

" Mientras la ambulancia se dirigía al hospital, el hospital se preparó para recibirlo. O sea, él llega cinco minutos más tarde, según lo que me dijo el médico, y se muere. Claro, tiene razón (Guillier), cualquier persona normal en su casa se muere".

Además, dejó abierta la posibilidad de que los querellantes revisen los exámenes para comprobar su estado de gravedad: "Que hagan todas las auditorias que quieran. Estoy dispuesto a que vayan, chequeen con los médicos, pidan los exámenes, todo".

Sobre la mejoría del ex militar, Pinochet Hiriart se mostró satisfecho pero advirtió que todavía su padre sigue en alto riesgo. En cuanto a la decisión de otorgar la libertad de Pinochet, dijo que llega un poco tarde porque en la condición en que está no podrá salir a ninguna parte.

Sobre el tema de la salud del ex gobernante de facto, el ministro del Interior, Belisario Velasco, también descartó que su gravedad no sea real ya que el gobierno se atiene a los informes oficiales del Hospital Militar.

Además, negó que haya una persecución política contra Pinochet desde el Ejecutivo y sostuvo que al Gobierno sólo le resta dejar que el Poder Judicial actúe de forma independiente, como corresponde a una democracia.

" Los tribunales están operando de acuerdo a sus disposiciones legales, en eso el gobierno no tiene que opinar ni tiene comentarios", sentenció Velasco.

En el plano judicial, Pinochet está procesado por tres casos de derechos humanos y uno por corrupción, el llamado "caso Riggs" por sus millonarias cuentas secretas.