INTERNACIONAL
cumbre de montevideo

El Mercosur exigió más seguridad para frenar el espionaje

El bloque regional pidió garantizar el derecho al asilo. Y reclamó disculpas de Europa para Evo. Las críticas de Paraguay al ingreso de Venezuela. Timerman denunció una red de hackeo a funcionarios.

Familia. Evo Morales, Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Dilma Rousseff y Nicolás Maduro saludan en la cumbre de Montevideo, que estuvo marcada por la crisis del espionaje internacional.
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ap/afp/dpa
Desde Montevideo
En una cumbre marcada por el escándalo de espionaje revelado por el ex contratista de la CIA Edward Snowden, los presidentes del Mercosur pidieron ayer garantizar el derecho al asilo y la seguridad frente al espionaje informático, al tiempo que exigirán explicaciones y disculpas públicas a los países europeos que cerraron su espacio aéreo al avión de Evo Morales, durante el vuelo que realizó la semana pasada.
Además, otro de los temas centrales de la reunión en Montevideo fue el retorno de Paraguay al bloque, país al que le levantaron ayer la suspensión luego de que fuera sancionado en 2012 por el golpe de Estado a Fernando Lugo. Sin embargo, el presidente electo paraguayo, Horacio Cartes, rechazó el ingreso de Venezuela al Mercosur.

Junto al anfitrión José “Pepe” Mujica estuvieron Cristina Fernández de Kirchner, Dilma Rousseff, Nicolás Maduro y Morales, cuyo país está en proceso de adhesión al Mercosur. Además, acudieron representantes de los países asociados al bloque –Chile, Colombia, Ecuador y Perú– y el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, que participó como invitado especial.
En la cumbre, los mandatarios latinoamericanos le enviaron señales de apoyo a Snowden, retenido en un aeropuerto de Moscú. “Se ha ratificado un comunicado doctrinal para garantizar el derecho al asilo como derecho fundamental”, dijo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, adelantando el contenido final de la declaración conjunta. El jefe de Estado venezolano, que asumirá la presidencia pro témpore del bloque, pidió también garantizar la seguridad informática al criticar el espionaje llevado a cabo por agencias de inteligencia estadounidenses.

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Por su parte, Rousseff criticó el espionaje del que es blanco su país y el resto de la región, según denuncias del diario O’Globo. “Debemos adoptar medidas pertinentes para evitar que se repitan situaciones como éstas”, aseveró la jefa de Estado. El bloque integrado por Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay –con Paraguay suspendido y Bolivia en proceso de adhesión– resolvió además “exigir explicaciones y disculpas públicas de los países de Europa que agredieron” a Morales, para lo que llamaron a consulta a sus embajadores en Francia, España, Italia y Portugal.

La semana pasada, esos países impidieron que el avión presidencial de Morales sobrevolara sus territorios por sospechas de que transportaba a Snowden. “La gravedad de la situación vivida, propia de una práctica neocolonial, constituye un acto insólito, inamistoso y hostil que viola los derechos humanos y afecta la libertad de tránsito, desplazamiento e inmunidad de que goza todo jefe de Estado”, expresaron ayer los mandatarios del Mercosur en un comunicado emitido al cierre de la cumbre.

La reunión no sólo versó sobre espías y disputas con la Unión Europea (UE), sino que también buscó limar diferencias internas con Paraguay, que envió representantes. En este sentido, Rousseff le hizo un guiño a Cartes, que al ganar las elecciones expresó que volvería al Mercosur pero recientemente endureció su posición. “La toma de posesión de Cartes es motivo de mucha esperanza y expectativa. Paraguay, y el pueblo paraguayo, son partes esenciales del destino del Mercosur. Queremos tenerlos de vuelta”, afirmó Dilma. Según la presidenta brasileña, se necesita de “mucha determinación” para que Asunción se reintegre.

Al cierre de la cumbre, el canciller Héctor Timerman denunció la actuación de una posible red de espionaje internacional en la Argentina. Según Télam, la Cancillería evalúa las acciones a seguir luego de que un funcionario de otro país le entregara al ministro “un sobre cerrado con una lista de más de cien personas que incluía sus direcciones de correo electrónico y sus claves”. La lista incluiría a funcionarios y opositores.