Aunque existían intenciones desde ambas partes en que el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y los países del Mercosur se firme en Foz de Iguazú el próximo sábado, la oposición que han mostrado diversas autoridades francesas en las últimas horas pueden hacerlo naufragar.
El ministro francés de Economía y Finanzas, Ronald Lescure, en una entrevista con el diario económico alemán Handelsblatt, sostuvo que "en su forma actual, el tratado no es aceptable”.
Esta postura francesa pone en duda el viaje a Brasil que tenía previsto realizar la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para suscribir el acuerdo con el Mercosur, bloque económico que agrupa a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
De acuerdo a distintas fuentes consultadas en Europa, entre el 16 y el 19 de diciembre todos los estados de ese continente deberían pronunciarse sobre el acuerdo. De concretarse, el acuerdo dará lugar a una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo, con un mercado superior a los 700 millones de personas.
No obstante, los Veintisiete (los países que integran la Unión Europea) aguardan el resultado de una votación del Parlamento Europeo que se efectuará este martes 16 sobre las medidas de salvaguardia destinadas a tranquilizar a los agricultores, especialmente a los franceses, que se oponen frontalmente a este tratado.
Según el ministro francés, la obtención de una "cláusula de protección fuerte y eficaz" forma parte de las "tres condiciones" de Francia antes de dar su conformidad, de acuerdo a la información que proporcionó AFP.
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La segunda condición necesaria para los franceses es que las normas aplicadas en la UE para la producción "deben aplicarse también a la producción en los países socios”, dijo el ministro, y la tercera son"controles en la importación".
El acuerdo permitiría a la UE exportar más automóviles, maquinaria o vino, pero también facilitaría la entrada de carne de vacuno, aves de corral, azúcar y miel, entre otros productos, que los agricultores consideran competencia desleal.