Una vez que finalicen las elecciones presidenciales de hoy, a las que están llamados a concurrir más de 100 millones de ciudadanos, el gobierno de Rusia se concentrará en otro mega evento popular, aunque de naturaleza muy distinta: el Mundial de Fútbol. A tres meses del pitido inaugural, la administración de Vladimir Putin ya piensa en la Copa como una oportunidad para exhibirse ante Occidente como una potencia de primer orden global y, al mismo tiempo, para acumular políticamente a nivel interno.
“La analogía más cercana al Mundial son los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi –dijo a PERFIL el politólogo ruso Stepan Goncharov, analista de la consultora independiente Levada Center. En 2014, el 80% de los rusos decía que los Juegos le generaba sentimientos patrióticos, y el 56% los consideraba un logro personal de Putin. La Copa de Fútbol es menos popular en Rusia: al 40% de la gente no le interesa. Pero, en general, el evento puede ser percibido como otro éxito de Putin y aumentar su índice de aprobación popular”.
El de Rusia será el Mundial más caro de la historia: su costo se estima en casi 12 mil millones de dólares, de los que cerca de la mitad corren por cuenta del Estado nacional. El resto se financia con aportes de inversores privados y gobiernos regionales.
Boicot. En los últimos días, la cita deportiva se convirtió en un instrumento de presión diplomática en torno al caso Skripal (ver nota aparte). El Reino Unido adelantó que no enviará delegados oficiales ni representantes de la monarquía a la Copa.
Sin embargo, el boicot político no incluye por ahora a la selección inglesa ni a otros equipos de países europeos que apoyan a Londres en su enfrentamiento con Moscú. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo el viernes que la Unión Europea discutirá la crisis por el ex espía envenenado en su cumbre de la semana próxima, aunque aclaró que, por el momento, la coordinación de acciones contra el Mundial en Rusia no es una prioridad para ella y sus socios.
Aún así, el temor a que se produzcan incidentes durante la Copa ya se echó a rodar. El equipo londinense Arsenal advirtió esta semana a sus hinchas sobre el riesgo de un “sentimiento antibritánico debido a las tensiones políticas entre el Reino Unido y Rusia” en Moscú, donde el club tendrá que enfrentarse al CSKA en abril por la Europa League. n
