INTERNACIONAL
Temor a un rebrote

El mundo se asoma a la ‘nueva normalidad’ con mucha cautela

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Distanciamiento social. Clientes en fila ante un local de productos deportivos en Munich. | dpa

Numerosos países ponen en marcha su desconfinamiento ante la necesidad de reactivar sus economías, pese a que el miedos a un rebrote es grande, después de los más de 275 mil muertos en el mundo por una pandemia que no cede en Estados Unidos ni Brasil.

En muchos países, la asfixia económica obliga a una progresiva pero cautelosa vuelta a la normalidad. 

En China, donde surgió esta pandemia en diciembre, se autorizó, con condiciones, la reapertura de centros comerciales, restaurantes, cines, instalaciones deportivas, sitios turísticos y bibliotecas.

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En Europa, el continente más afectado por la enfermedad, con más de 154 mil muertos, países como Alemania, Bélgica o Francia comienzan a emerger del confinamiento, con muchas preguntas y miedos. 

Aun así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a la prudencia porque hay un alto riesgo de una segunda ola de contagios si las reglas de higiene y distanciamiento social no se respetan.

En Alemania, donde el desconfinamiento ya empezó, la Bundesliga va a reanudarse y hay una presión creciente para que el país reabra sus fronteras, al menos con Francia, donde la progresiva vuelta a la normalidad dará comienzo la semana que viene.

Francia, que registra unos 26.300 fallecidos, abrirá parcialmente las escuelas mañana, algo que ha sido un rompecabezas para los responsables educativos e inquieta a las familias. 

En el Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson se dirigirá hoy a los ciudadanos y podría poner en marcha una ligera flexibilización del confinamiento, pero no se esperan grandes anuncios en este país donde ya hubo más de 31 mil fallecidos, la cifra más trágica de Europa y la segunda más grave del mundo, después de Estados Unidos. “Seremos muy muy prudentes (...) porque los datos que tenemos cada día muestran que no nos hemos librado de esta”, previó el ministro de Medio Ambiente, George Eustice.

El gobierno belga autorizó a partir de hoy –cuando se festeja el Día de la Madre, como en muchos otros países del mundo– invitar a casa a un máximo de cuatro personas, a condición de que se trate siempre de las mismas y de que respeten el resto de reglas del confinamiento contra el coronavirus como la distancia social. La primera ministra Sophie Wilmès dijo que se había tomado esa decisión porque los resultados médicos apuntan a un descenso sostenido en el número de nuevos casos y nuevos ingresos hospitalarios, pero advirtió que nada impedirá “dar marcha atrás” si se produce un nuevo repunte del virus. 

En tanto, el alcalde de Vilna quiere hacer de la capital de Lituania, en el este de Europa, un “gran café al aire libre”, con la concesión gratuita de unos 300 permisos para el servicio de restaurante en terrazas, un centenar más que en los últimos años.

Pobreza. La pandemia se está cebando con los sectores más desfavorecidos de la población, también en países donde no suele hablarse de pobreza, como Suiza.

“No hay trabajo. Nada”, lamentó en Ginebra Miguel Martínez, un colombiano de 27 años, indocumentado, mientras hacía fila junto a cientos de personas para recoger comida distribuida por una asociación. “No tengo nada que comer”, declaró el joven, que solía trabajar en un restaurante.

En Estados Unidos, el país más afectado del mundo por la pandemia de coronavirus, el total de decesos supera los 77 mil, según las últimas cifras oficiales.  Sin embargo, varios estados comenzaron a flexibilizar su confinamiento con el implícito apoyo de Donald Trump.