INTERNACIONAL

El nerviosismo de la realeza española por el yerno del rey

A una semana de que Iñaki Undangarín deba declarar como imputado en un caso de corrupción, la Familia Real vive tiempos de tensión y exposición mediática.

La Familia Real española vive los momentos más tensos desde la restauración a la democracia en 1975.
| AFP
España se prepara para una escena histórica: un miembro de la Familia Real entrando en un juzgado a declarar como un ciudadano común. Será el próximo 25 de febrero, y la llegada de la fecha mantiene en vilo a los medios de comunicación y a la sociedad española. Entre tanto, la Familia Real -sumida en el nerviosismo- atraviesan los momentos más tensos desde que se iniciara el "escándalo Urdangarín". "El caso se ha convertido en un polvorín para las relaciones entre los miembros de la Casa Real", afirma la prensa española. 
 
El yerno del rey Juan Carlos declarará en carácter de "imputado" en un caso de desvío de fondos públicos. Allí también está involucrada la empresa inmobiliaria "Aizoon", de la que su esposa, la infanta Cristina, es propietaria del 50%, por lo que el sindicato "Manos Limpias" pidió al juez que la imputara también, al considerar que existen indicios "suficientes" de su participación en los hechos.
 
La Familia Real vive con nerviosismo los momentos previos a la declaración de Urdangarín, porque el caso amenaza, no su supervivencia, pero sí el prestigio. Pilar Eyre, autora de un polémico libro biográfico de la reina Sofía, afirma que esto "ha sido una bomba de relojería que ha dinamitado las relaciones en las entrañas de la familia real". 

Mientras la reina Sofía se puso del lado de su hija Cristina y partidaria de la "presunción de inocencia" de Urdangarin, el rey Juan Carlos no quiere que ni le nombren a su yerno. "El caso ha hecho que la reina se uniera más a Cristina", dice Pilar Eyre; "La Infanta Elena no habla con su hermana hace meses y los príncipes no quieren que la situación les contamine".

Otra periodista, Pilar Urbano (autora de "El precio del trono") reconoce que la imputación de Urdargarín “ha sido un aviso fuerte de que la monarquía puede tambalearse”, y de que cualquier persona puede ser sancionada por un juzgado. Según Urbano el hecho de que un miembro de la monarquía "haya metido la mano en la caja pública" es algo que "empaña, mancha, oxida" a la institución.

El canal Telecinco publicó esta semana las únicas palabras que la infanta Cristina pronunciara desde que estallara el escándalo. Una periodista fue enviada a Washington (donde vive el matrimonio) para lograr una declaración. De Urdangarín, lo único que logró fue que escapara corriendo a toda velocidad, en una escena que dio la vuelta al mundo. Según su abogado, no huía de los flashes, sino que intentaba que no se fotografiara a sus hijos.

A Cristina la confrontó en el supermercado al fue a hacer las compras. "Lo que quiero es que me dejen vivir tranquila, ¿vale?" respondió indignada la infanta cuando la periodista logró acercarse a ella. "Estamos intentando llevar una vida normal y ustedes no nos dejan. Ese es el problema que tenemos". En Madrid, su tía Pilar de Borbón (hermana del rey) mandó a callar a los periodistas tras acusarlos de "organizar" la polémica en torno a Urdangarín. 

El nerviosismo de la familia viene a rematar un "annus horribilis" por los altibajos en la salud del rey, las críticas a la princesa Letizia, las protestas antimonárquicas y la publicación de escandalosas biografías que confirman la infelicidad de la reina Sofía y las infidelidades del rey: 1.500 amantes, entre la actriz Sara Montiel y Lady Di, pasando por aristócratas y vedettes. 

Una de ellas saltó a la luz pública esta semana al informarse que el rey Juan Carlos puso al tanto a sus tres hijos de su relación con la rubia princesa alemana Corinne von Sayn-Wittgenstein, que vive en un chalet del palacio de El Pardo y pasa los fines de semana junto al rey. En una cena privada el rey les habría confesado a sus hijos su relación con Corinne, que lo acompaña desde hace años.

Pero no todo son malas noticias en la vida de la realeza ibérica, donde los príncipes Felipe y Letizia comenzaron una campaña en pro de la monarquía, con más apariciones públicas y más sencillez. Gracias a esto, la princesa Letizia protagonizó la semana pasada la tapa de la revista 'Point de Vue', la publicación más prestigiosa de Europa concerniente a las familias reales. Junto a la foto, el titular: "Letizia, el seguro de la Familia Real".

"Desde hace algunos meses", afirma el autor de la nota, "la Familia Real no para de recibir golpes. Entre el escándalo financiero y la publicación de un libro explosivo, sólo un miembro de los Borbones sigue haciendo soñar: Letizia. Con humildad y discreción, encarna, ahora más que nunca, el provenir de la monarquía". El autor valora la faceta “silenciosa, discreta, solidaria” de Letizia Ortiz.

De cara a los negros nubarrones que acechan el palacio real, la publicación no es cualquier cosa, si se tiene en cuenta que esa revista nunca fue muy devota de los Borbones. También sorprenden las palabras del sitio web Vanitatis, muy crítico de la monarquía: "La infanta Elena está desaparecida, la duquesa de Palma se enfrenta el juicio de su marido y los reyes tienen que aguantar que se aireen sus secretos más íntimos. Como si de una heroína se tratara, la mujer del heredero se ha convertido en la pieza más sólida en estos momentos".

(*) Especial para Perfil.com.