El papa Francisco dio inicio oficialmente al año del Jubileo Extraordinario de la Misericordia y abrió la Puerta Santa de la basílica San Pedro que llevaba cerrada 15 años. Además de los miles se fieles que se congregaron a pesar del clima lluvioso en Roma, estuvo presente el papa emérito Benedicto XVI, por lo que se convirtió en una jornada histórica.
La puerta, que estará abierta hasta el 20 de noviembre de 2016, es decir, todo el año jubilar, fue atravesada por dos papas, Bergoglio en ejercicio y el emérito Joseph Ratzinger, por primera vez en toda la historia.
"Entrar por la Puerta significa descubrir la profundidad de la misericordia del Padre que acoge a todos y sale personalmente al encuentro de cada uno. Será un año para crecer en la convicción de la misericordia", declaró el Papa durante la misa.
Además, Francisco llamó a "un encuentro marcado por el poder del espíritu que empujaba a la Iglesia a salir de los escollos que durante muchos años la habían recluido en sí misma, para retomar con entusiasmo el camino misionero".