afp/ansa desde El Vaticano
El papa Francisco dijo ayer que espera ampliar espacios para una presencia femenina “más extensa e incisiva” en la Iglesia, y al mismo tiempo destacó que no se puede olvidar el rol insustituible de la mujer en la familia para la transmisión a generaciones futuras de los principios doctrinarios. El Pontífice pronunció esas palabras en una audiencia concedida ayer en la Sala Clementina del Vaticano a las participantes en el 29º Congreso Nacional del Centro Italiano Femenino, que ha cumplido setenta años.
Jorge Mario Bergoglio recordó “la contribución vital de las mujeres en la sociedad, en particular con su sensibilidad e intuición hacia el otro, los débiles y los indefensos”. Dijo haberse alegrado también al ver a muchas damas que comparten cierta responsabilidad en la asistencia a los sacerdotes en el acompañamiento de personas, familias y grupos, como en la reflexión teológica, y aseveró que espera “ampliar espacios para una presencia femenina más extensa e incisiva en la Iglesia”.
“Estos nuevos espacios y responsabilidades que se abren, y que espero sinceramente que puedan ampliarse aún más a la presencia y actividad de las mujeres tanto en el ámbito eclesial como en el civil y de las profesiones, no pueden hacernos olvidar el papel insustituible de la mujer en la familia”, subrayó Francisco. “Las cualidades de delicadeza, peculiar sensibilidad y ternura, de las cuales es rica el alma femenina, representan no sólo una fuerza real para las vidas de las familias, sino una realidad sin la que la vocación humana sería irrealizable”, agregó.
En su opinión, “si en el mundo del trabajo y en la esfera pública es importante, la contribución más incisiva del genio femenino, la presencia de la mujer en el hogar, resulta más necesaria que nunca para la transmisión a las futuras generaciones de sólidos principios morales y para la misma transmisión de la fe”.
Aunque Francisco suele destacar la importancia de las mujeres en la Iglesia, se mantiene fiel a la histórica negativa del Vaticano al sacerdocio femenino. En un encuentro con periodistas al regreso de la gira que realizó en julio por Brasil, le preguntaron sobre ese tema y Jorge Bergoglio respondió: “En cuanto a la ordenación de las mujeres, la Iglesia ha hablado y dice ‘no’, esa puerta está cerrada”.
En octubre, el Papa ya había reivindicado el rol femenino en la comunidad eclesiástica.“Les digo la verdad: sufro cuando veo en la Iglesia o en algunas instituciones eclesiásticas que la mujer queda relegada a un papel de servidumbre y no de servicio”, había dicho el Pontífice en ocasión de un coloquio organizado por el 25º aniversario de la publicación de la carta apostólica de Juan Pablo II sobre la vocación de la mujer, Mulieris dignitatem. Ayer volvió a insistir sobre el tema, aunque por ahora no hay medidas concretas en el horizonte.
