Una multitud, que según AFP llegó a 2 millones de personas, se reunió hoy en la playa Copacabana para rezar junto al Papa Francisco al inicio de la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud.
El Papa se salió esta tarde del protocolo, al bajarse del papamóvil que lo transportaba por la avenida Atlántica para bendecir a un niño con discapacidad. Además, recibió objetos, en sus mayoría camisetas de fútbol, de la multitud que acompañaba su paso.
El Sumo Pontífice comenzó su oración recordando la historia de San Francisco de Asís. Y dijo: "El Señor sigue necesitando a los jóvenes para su Iglesia".
"Queridos jóvenes, el Señor los necesita, y los llama a cada uno de ustedes a seguirlo en su iglesia y a ser misioneros", expresó, y enfatizó: "El Señor los ama".
También se refirió al hecho de que las Jornadas tuvieran que realizarse en la playa y no en el campo que originalmente se había planeado (porque se inundó). "Pienso que podemos aprender algo de lo que sucedió de estos días", reflexionó Francisco. "¿No estaría el Señor queriendo decirnos que el verdadero campo de la fe no es un lugar geográfico sino que somos nosotros?".
"Jesús nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo. Nos ofrece la posibilidad de una vida fecunda, una vida feliz", dijo en una de las varias referencias futboleras de su sermón. "Pero nos exige pagar una entrada, y la entrada es que estemos en forma, para afrontar sin miedo todas las situaciones de la vida dando testimonio de nuestra fe".
"Sean protagonistas de la historia, pateen para adelante, construyan un mundo mejor, jueguen adelante siempre".
"No dejen que otros sean los protagonistas del cambio, ustedes son los que construyen el futuro", les pidió a los jóvenes, y les insistió: "No balconeen la vida, métanse en ella, como hizo Jesús".
