INTERNACIONAL
Para que no se acabe el mundo

El Papa se quejó de la baja natalidad en Europa

El Sumo Pontífice habló ante una multitud de fieles en una misa en el santuario de Mariazell en Austria. Criticó el relativismo que priva a Occidente de un Dios y llamó a los europeos a que tengan más hijos.

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| AFP

Mariazell, Austria – El papa Benedicto XVI advirtió hoy la baja natalidad que reina en Europa y aseguró además que el mundo estaba abocado a la destrucción debido al relativismo que priva a Occidente de un Dios, pero advirtió que la fe no se impone por la fuerza y llamó a los europeos a tener más hijos, en la misa que presidió en el santuario de Mariazell, cerca de Viena.

El Papa atribuyó la baja natalidad en Europa al egoísmo de sus gentes, tal vez por una pérdida de fe en el futuro. “Europa se ha quedado pobre en (número de) niños, queremos todo para nosotros y depositamos poca confianza en el futuro”, les dijo.

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Bajo una intensa lluvia, el Sumo Pontífice, llegó por la mañana al santuario de Santa María de la Celda, a unos 100 kilómetros de Viena. Con el bastón de peregrino en la mano, el Papa se acercó a la capilla de la Virgen para recitar una oración y luego recorrió unos metros a pie, como un caminante más, flanqueado por obispos y sacerdotes que vestían impermeables transparentes sobre sus casullas para resguardarse de la lluvia.

El Papa alemán, ataviado con los colores azul y amarillo de la Virgen y una concha de Santiago, símbolo de peregrino, en la mitra, concelebró una misa al aire libre en cuya homilía arremetió contra el relativismo, los peligros de la ciencia y el descenso de la natalidad en Europa. "Nuestra fe se opone con resolución a la actitud de resignación que considera al hombre incapaz de (alcanzar la) Verdad", una carencia que constituye " el corazón de la crisis de Occidente, de la crisis de Europa", dijo en su segundo día de viaje a Austria.

"Sin la Verdad, el hombre, en última instancia, no puede distinguir entre el bien y mal, y entonces los grandes y maravillosos descubrimientos de la ciencia tienen un doble filo", resaltó. "Pueden abrir posibilidades significativas para el bien, en beneficio de la humanidad, pero también, como vemos con demasiada claridad, pueden plantear una amenaza terrible, que implica la destrucción del hombre y del mundo", advirtió.

En contraposición, llamó a los fieles a "mirar a Cristo", lema de su viaje, porque Dios es "un mediador universal de Salvación". Esto " no significa que despreciemos otras religiones", matizó en tono conciliador. El Obispo de Roma ahondó en la tolerancia religiosa. Apoyándose en la crucifixión de Cristo, insistió en que el mensaje divino ha de ser transmitido como un regalo y no a través de la violencia. "Dios salvó al mundo no con la espada, pero con la Cruz. Al morir, Jesús extendió sus brazos", dijo el Pontífice.

Contra el aborto. En el ámbito social, el Papa criticó los problemas de natalidad en Europa. "Europa se ha quedado pobre en niños, queremos todo para nosotros, y depositamos poca confianza en el futuro". El pontífice hizo esta advertencia un día después de condenar el aborto, por ser "contrario a los derechos humanos", en un discurso ante las autoridades locales y el cuerpo diplomático en Viena.
 
Unos treinta mil peregrinos vestidos con impermeables blancos y amarillos, colores del Vaticano, oyeron la misa bajo la lluvia, que diluyó en parte el fervor. Con la visita al santuario, el Papa prosigue su andadura de peregrino que inició el viernes en Viena, donde compaginó los actos religiosos -como un culto a María y una oración silenciosa por las víctimas del Holocausto- con los políticos.

Fuente: AFP