Un príncipe de 71 años se encuentra entre los 25 miembros de un "grupo terrorista" y de ultraderecha que fueron detenidos por la policía de Alemania acusados de planear atacar al parlamento y derrocar al gobierno.
Los investigadores dijeron que el príncipe pertenece al movimiento "Reichsbürger" o "Ciudadanos del Reich", que rechaza el estado democrático alemán moderno a favor del Reich monárquico que existió desde 1871 hasta el final de la Primera Guerra Mundial, en 1918.
Se trata de Heinrich XIII, Príncipe de Reuss y descendiente de una de las casas nobles más antiguas y prestigiosas de Alemania. Y aunque aunque algunos de sus parientes lo describen como un "anciano confundido" y un teórico de la conspiración, los integrantes del Reichsbürger lo consideran su líder y el gobernante ideal para Alemania.
"Hacía tiempo que se sabía que Heinrich XIII, príncipe Reuss, se había unido a la escena de los Reichsbürger", escribió el periodico alemán Südwest Presse. "En el pasado expresó opiniones antisemitas, como que una élite judía está realmente en el poder en Alemania".
El aristócrata pertenece a la Casa de Reuss, una familia que gobernó partes de Alemania durante cientos de años, y se sabe que desde hace años está empeñado en derribar el gobierno republicano con la idea de restaurar la monarquía imperial alemana, que desapareció con su pariente, el emperador Guillermo II.
La Casa de Reuss se estableció a fines del siglo XII, y lo curioso es que todos los varones de la dinastía se llaman Heinrich, un tributo al emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Enrique VI, quien les otorgó sus títulos y propiedades. Al nacer, cada Heinrich agrega un número después de su nombre que va del 1 al 100, para volver a empezar en cada generación.
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La familia gobernó los estados históricos de Reuss durante cientos de años hasta la revolución alemana de 1918, que resultó en el colapso del imperio alemán y dio lugar a una nueva república democrática.
El bisabuelo de Heinrich, Heinrich XXVII, se vio obligado a abdicar de su gobierno cuando Reuss fue absorbido por el moderno estado alemán de Turingia después de la Primera Guerra Mundial. Pero los descendientes de la familia Reuss conservaron gran parte de su riqueza, incluida una serie de castillos y palacios.
En 2019, Heinrich contó cómo su bisabuelo se vio obligado a abdicar de su gobierno cuando Alemania se convirtió en república, y recordó con nostalgia cuando las personas que vivían bajo el gobierno de sus antepasados: "Vivían vidas felices porque las estructuras administrativas eran sencillas y transparentes".
Nacido en 1951, Heinrich XIII es hijo del príncipe Heinrich I Reuss y de la princesa Woizlawa Feodora Reuss, muy relacionados a la familia real holandesa. Trabaja como empresario inmobiliario de Frankfurt y se casó con una mujer iraní, Susan Doukht Jalali, que ahora se conoce con el nombre de princesa Susan Reuss.
A muy pocos les sorprendió la detención del príncipe, que hace tres año pronunció un discurso de apertura en un evento "Worldwebforum" en Zúrich y durante 15 minutos criticó la abolición de la monarquía alemana y el desmantelamiento de la influencia de su familia.
Heinrich XIII vive en uno de los castillos familiares, una casa de campo neogótica en Saaldorf, que se utilizó para celebrar muchas reuniones del Reichsbürger en las que los miembros planearon sus violentos ataques contra el gobierno alemán.
Los Reichsbürger, un movimiento fundado en 1871, tienden a la violencia. Su movimiento está formado por una serie de pequeños grupos ubicados principalmente en los estados federados de Brandeburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Turingia y Baviera. No aceptan la legalidad de las autoridades gubernamentales de la República Federal de Alemania.
Los Reichsbürger se niegan a pagar impuestos y han declarado sus propios pequeños "territorios nacionales", que denominan "Segundo Imperio Alemán", "Estado Libre de Prusia" o "Principado de Germania", informó la Deutsche Welle.
Los miembros de estos grupos fabrican camisetas y banderas con fines publicitarios e incluso imprimen sus propios pasaportes y carnets de conducir, y hacen caso omiso del hecho de que tal actividad es ilegal y no está reconocida por ninguna autoridad alemana.
El grupo había organizado un "consejo" para hacerse cargo después del golpe, así como un "brazo militar que construiría un nuevo ejército alemán", dijo el fiscal federal jefe Peter Frank. "Algunos miembros de la organización terrorista también consideraron usar la fuerza para ingresar al Bundestag (parlamento) alemán", dijo Frank.
El príncipe y los demás detenidos -entre los cuales se encuentran un exparacaidista, un juez y exlegislador del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania- están acusados de haber formado un grupo que "se había fijado el objetivo de superar el orden estatal existente en Alemania y reemplazarlo por su propio tipo de Estado".
"Están unidos por un profundo rechazo a las instituciones estatales y al orden básico libre y democrático de la República Federal de Alemania ", dijeron los fiscales.
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Según los investigadores, los 25 sospechosos eran conscientes de que su plan "solo podía llevarse a cabo mediante el uso de medios militares y la violencia contra los representantes del Estado" y planearon instalar a Heinrich XIII Reuss como el nuevo líder de Alemania después del golpe.
Heinrich XIII ya había tratado de ponerse en contacto con funcionarios rusos para discutir el "nuevo orden estatal" de Alemania después del golpe, dijeron los fiscales. Sin embargo, "no hubo indicios de que las personas de contacto respondieran positivamente a su solicitud", dijeron.
En julio de este año, el príncipe Heinrich XIV dijo que su primo Heinrich XIII era un "anciano confundido que ahora se ve atrapado en conceptos erróneos de la teoría de la conspiración", y agregó que había comenzado a distanciarse de su familia hace unos 14 años.
El movimiento Reichsbuerger incluye extremistas de extrema derecha, teóricos de la conspiración y entusiastas de las armas que rechazan la legitimidad de la república alemana moderna. Sus seguidores generalmente creen en la existencia continua del Reich o imperio alemán anterior a la Primera Guerra Mundial, bajo una monarquía y varios grupos han declarado sus propios estados.
Desestimados durante mucho tiempo como descontentos y bichos raros, los Reichsbuerger se radicalizaron cada vez más en los últimos años y se los considera una amenaza creciente para la seguridad. Están "firmemente convencidos" de que Alemania está dirigida por un "estado profundo" que necesita ser derrocado.
Como parte de los preparativos para el golpe, los miembros de la supuesta célula terrorista adquirieron armas, organizaron prácticas de tiro y trataron de reclutar nuevos seguidores, particularmente entre el ejército y la policía, según los fiscales. Incluso alegaron que Heinrich XIII se había puesto en contacto con funcionarios rusos con el objetivo de negociar un nuevo orden en el país una vez que el gobierno alemán fuera derrocado.
ds