afp
Brasilia
Sindicalistas, estudiantes y campesinos sin tierra protestaron ayer en 13 estados de Brasil en defensa de la democracia y de la estatal Petrobras, envuelta en un gran escándalo de corrupción, y en apoyo al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores, que vive horas difíciles.
Las marchas no fueron muy masivas. Según la policía, en la mayoría de las ciudades la convocatoria no superó las mil personas.
Los manifestantes acudieron a las marchas convocadas por la Central Unica de Trabajadores (CUT) y movimientos sociales como los Sin Tierra (MST), afines al PT. Muchos defendieron a la presidenta Dilma Rousseff, que enfrenta duras críticas por la situación económica y la corrupción en la estatal petrolera.
Las protestas de este viernes han sido convocadas en vísperas de otras marchas contra Rousseff previstas para hoy en todo Brasil, y convocadas por las redes sociales, donde algunos grupos pedirán el impeachment de Dilma (ver recuadro).
Brasil vive un clima político de gran incertidumbre luego de que la Corte Suprema autorizara la investigación de 47 políticos –incluidos 12 senadores y 22 diputados en funciones– por su supuesta participación en la trama de sobornos y lavado de dinero de Petrobras. La mayoría pertenece al PT o a partidos que integran la coalición de gobierno, incluyendo los presidentes de las dos cámaras del Congreso.
Los manifestantes de este viernes, aunque convocados en defensa del gobierno, no dejaron de expresar sus reclamos, ya que rechazan el ajuste fiscal en curso y el alza de la tasa de interés (actualmente en 12,75%). “Toda mi vida he sido del PT, voté por Lula y por Dilma, pero ahora está difícil seguir apoyando al partido. Brasil está yendo mal, la economía está mal, nosotros estamos mal. Yo no quiero que Dilma se vaya, pero sí que haya un cambio. Como agricultor no me sustento, hago otros trabajos de albañil para llegar a fin de mes”, dijo en San Pablo Iraní Amaro da Silva, un campesino de 54 años que vestía un chaleco rojo de
la CUT y un sombrero de paja.
Hoy, por la destitución
Tras una intensa convocatoria por las redes sociales, hoy se espera que miles de brasileños salgan a las calles en las grandes ciudades de Brasil, en protesta por la corrupción en Petrobras y para reclamar el inicio de un proceso de impeachment de Dilma Rousseff, por su supuesta responsabilidad en el caso. El vicepresidente, Michel Temer, dijo ayer que las protestas “son legítimas”, pero descartó de plano la posibilidad de una destitución de la presidenta. “Es algo absolutamente inviable, impensable, y supondría una ruptura del proceso institucional”, dijo. Sin embargo, el diputado Paulo Pereira da Silva, líder de una central sindical, anunció el inicio de una campaña para recoger firmas en apoyo a un juicio político.