La Justicia de El Salvador condenó a los tres militares responsables de los asesinatos de los cuatro periodistas holandeses Jan Cornelius Kuiper Joop, Koos Jacobus Andries Koster, Hans Lodewijk ter Laag y Johannes Jan Willemsen, en 1982, durante la guerra civil en ese país.
En junio de este año, el Juzgado de Primera Instancia de Dulce Nombre de María había informado que la condena era de 15 años de prisión a cada uno pero, este jueves, al entregar la sentencia por escrito, el tribunal aclaró que por ser cuatro las víctimas, la sentencia suma 60 años.
Sin embargo, el fallo precisa que los condenados "solo cumplirán 30 años" de cárcel, dado que esa es la pena máxima que establecía la ley penal de la época, explicó a la prensa el abogado de las víctimas, Gustavo Huezo.
Los reporteros de IKON TV fueron asesinados en una emboscada del Batallón Atonal en Chalatenango mientras filmaban un documental sobre la guerra civil salvadoreña (1980-1992). Por estos hechos, 43 años después fueron juzgados los autores de los crímenes.
Los condenados son el exministro de la Defensa (1979-1983), general José Guillermo García, de 91 años; el exdirector de la disuelta Policía de Hacienda, coronel Francisco Morán (93); y el coronel Mario Adalberto Reyes Mena (85), excomandante de la Cuarta Brigada de Infantería, con sede en Chalatenango.
La sentencia estableció que Morán y Reyes Mena son culpables en calidad de "autores mediatos", mientras que García lo es como "autor en comisión por omisión".
Los tres militares retirados también fueron condenados al pago de la responsabilidad civil a favor de familiares de las víctimas.
Además, la Justicia estableció que el Estado salvadoreño debe pedir perdón públicamente a los familiares de los periodistas "por el retardo de justicia" y porque "los autores principales" pertenecían al alto mando del ejército.
El pedido de perdón deberá hacerlo el presidente Nayib Bukele, como comandante general de la Fuerza Armada, en un plazo de 30 días hábiles.
La guerra civil y la causa de los periodistas
El caso permaneció en la impunidad hasta que fue reabierto en 2018 después de que la Corte Suprema salvadoreña declarara inconstitucional en 2016 la ley de Amnistía de 1993, que perdonó los crímenes de la guerra civil.
El conflicto, que se prolongó durante 12 años, dejó 75.000 muertos y 7.000 desaparecidos, según cifras oficiales.
En ese marco, los periodistas, que trabajaban para IKON TV, un canal de Países Bajos creado por varias iglesias, fueron asesinados el 17 de marzo de 1982 por los altos mandos del ejército.
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