Clare Irby tiene 30 años y es heredera de la fortuna de la familia Guinness, lo que le permite dedicarse a viajar por el mundo sin tener que trabajar, llevando una vida sin problemas. Aunque ahora tiene uno, y grave, con la justicia británica, ya que está acusada de provocar disturbios en un avión. La mujer se habría emborrachado, agredido a las azafatas y acosado sexualmente a otro pasajero.
La heredera de Guinness, célebre por sus cervezas y su libro de récords, tomó un vuelo de Kingfisher Airlines con su hijo de dos años desde Bangalore, India, hacia Heathrow, en el Reino Unido. Según contó una pasajera al diario británico Daily Telegraph, Irby comenzó a beber varias copas de vino tinto a dos horas de despegar y a dialogar con un pasajero sentado en un asiento próximo.
"No suelo estar tan relajada, debe ser todo el opio que estuve consumiendo", dijo la rubia a su compañero, según la pasajera. Al poco tiempo, Clare comenzó a ponerse pesada: llamaba a las aeromozas cada 10 minutos, las insultaba y, al considerar que no la atendían con suficiente rapidez, arrojó un pañal sucio de su hijo en un asiento.
Al enterarse de su estado, el capitán ordenó a la tripulación que deje de servirle alcohol, muy a pesar de los deseos y reclamos de Irby, informó el diario español El Mundo. La mujer incluso aseguró que le habían robado unos diamantes, que aparecieron poco tiempo después, y comenzó a exigir una botella de vino a modo de compensación.
Irby luego procedió a cambiarse de ropa, pero no en un baño sino frente a todo el público, que protestaba porque su hijo corría por todo el avión, llorando sin ser vigilado. Además, continuó seduciendo a su compañero de vuelo, con quien comenzó a manosearse debajo de una manta, sin importarle que su novia estuviera sentada en el asiento contiguo, afirmó El Mundo.
Al aterrizar, tras un viaje de casi 11 horas, la heredera de Guinness fue arrestada, y ahora está siendo juzgada en una corte británica. "Estaba exhausta, un poco alterada por tomar mucho café, pero de ninguna forma estaba ebria", aseguró Irby ante la justicia, según el diario británico Daily Mirror. Además, la mujer negó haberse manoseado con su compañero de viaje, que también fue arrestado.