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En la Misa de Pascua, el Papa expresó su preocupación por Medio Oriente, Nicaragua y Haití

Ante más de 100.000 mil personas, el Sumo Pontífice impartió su tradicional bendición Urbi et Orbi, llamando a "poner fin a los efectos de la guerra", así como las persecuciones y las crisis humanitarias que afectan a millones de personas en todo el mundo.

Santa Misa en el Domingo de Resurrección
Santa Misa en el Domingo de Resurrección | Vatican News

Este domingo en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco encabezó la tradicional misa de Pascua y al dar la bendición "Urbi et Orbi" manifestó su "profunda preocupación" por la escalada de violencia que se está dando en lugares como Oriente Medio, llamando a la comunidad internacional a "poner fin a esta guerra y a todos los conflictos que ensangrientan al mundo". 

Francisco se refirió a una veintena de países, entre ellos destacó la violencia en Nicaragua y la pobreza en Haití, con una mención especial a Siria y Turquía, que en febrero sufrieron devastadores sismos que causaron más de 56.000 muertos. 

En el caso de Haití, señaló que "está sufriendo desde hace varios años una grave crisis sociopolítica y humanitaria" y reconoció el esfuerzo de la comunidad internacional para buscar una solución a los "problemas que afligen a esa población".

Santa Misa en el Domingo de Resurrección
El Papa rezando durante la Misa del Domingo de Resurección.

En cuanto a Nicaragua cuando envió un especial mensaje a las perseguidas "comunidades cristianas que celebran la Pascua en circunstancias particulares" y recordó a "quienes se les impide profesar libre y públicamente su fe".

El Papa, cuya salud es cada vez más frágil y se desplaza en silla de ruedas debido a dolores en una rodilla, presidió la misa de Pascuas antes de recorrer la plaza en su papamóvil. El sábado por la noche, había encabezado la misa de la Vigilia Pascual en la basílica de San Pedro de Roma durante dos horas y media, en presencia de unas 8.000 personas. 

Volvió a estallar la violencia en Israel, con bombardeos a Gaza y al sur del Líbano

Las palabras del líder del Vaticano fueron seguidas por más de 100.000 personas desde la Plaza de San Pedro, y en su mensaje se refirió a las escenas que dejó la violenta intervención de la Policía israelí en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén que tuvo lugar el pasado miércoles.

En el marco de esas postales del eterno enfrentamiento entre palestinos e israelíes,  el Pontífice lamentó la escalada de la violencia, que mostraron el desalojo de los fieles palestinos en medio de las ceremonias y festejos religiosos, una situación que desató una oleada de condenas y aumentó las tensiones en la región.

Asimismo, el ejército israelí anunció el pasado domingo haber atacado a Siria en respuesta al lanzamiento de cohetes contra los altos del Golán anexionados tras haber recibido varios ataques similares desde el Líbano y la Franja de Gaza.

En este sentido, según afirmó Israel, los disparos lanzados desde el sur del Líbano eran de origen palestino, a pesar de que no fueron reivindicados, y apuntaron concretamente al Hamás, movimiento islamista que gobierna en la Franja de Gaza.

Además, el pasado viernes tuvieron lugar dos atentados antiisraelíes que dejaron un saldo de tres víctimas fatales en Tel Aviv y en Cisjordania, territorio ocupado por Israel desde 1967.

 

Haití y Nicaragua

Por otra parte, en el marco de la ceremonia por el domingo de Pascua, el Papa también mencionó a Haití, país que "está sufriendo desde hace varios años una grave crisis sociopolítica y humanitaria", señaló, al mismo tiempo que reconoció el esfuerzo de la comunidad internacional para solucionar los problemas que afligen a dicha población.

A su vez, el Sumo Pontífice también hizo una mencionó especial para Nicaragua, donde se dirigió a las comunidades cristianas que se ven obligadas a celebrar la Pascua en "circunstancias particulares" dado que "se les impide profesar libre y públicamente su fe".

 

AFP/AS/HB