El Papa Francisco concluyó este miércoles su maratónica visita de cinco días a México, donde fue despedido por miles de fieles que lo saludaron a lo largo del camino y en el aeropuerto de Ciudad Juárez.
Sin embargo, mientras el sacerdote argentino abordaba el avión de regreso a Roma, parte de la opinión pública resumía como "decepcionante" su gira por el país centroamericano.
Es que el pueblo de México lo recibió con expectativas que parecen no haber sido cumplidas del todo. En especial de parte de grupos puntuales, como los familiares de los 43 estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en el estado de Guerrero.
Fuertes reproches recibió el Sumo Pontífice por parte de publicaciones como la revista Proceso, y los diarios La Jornada, y los portales periodísticos SDP Noticias y Sin Embargo.
Sin medias tintas, Proceso tituló su columna de opinión, firmada por Jenaro Villamil, como "La visita decepcionante" del Papa.
"No ha cimbrado como se esperaba ni ha dado la auténtica nota o mensaje que lo haga recordar como un pastor católico que pretende marcar una diferencia sustancial, no sólo verbal, con sus antecesores", asestó la revista.
Y dictaminó: "Su fama de padre humilde o sacerdote crítico con los poderosos no se ha cumplido en México más que con frases generales que condenan la corrupción, el fariseísmo, la cultura de la muerte y la violencia, y las tentaciones de la riqueza, la vanidad y la soberbia, pero no aterrizan en problemas concretos del país".
Proceso ejemplificó luego con los casos de los femicidios de Ecatepec, el rechazo a recibir a los familiares de las víctimas de la masacre de Guerrero y los abusos pederastas. "En Ecatepec evadió mencionar el tema de los feminicidios (...). En Michoacán ni con el pétalo de una mención condenó el legado de desprestigio de Marcial Maciel y sus Legionarios (...). El Papa no se ha reunido ni con las víctimas de los abusos sexuales del clero, ni con los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ni con organizaciones dedicadas a la batalla contra la trata", detalló el medio.
El vocero del Vaticano Federico Lombardi criticó que los medios presionaran para que Jorge Mario Bergoglio recibiera a todas agrupaciones y se excusó en lo "denso" de la agenda de Francisco en México.
El portavoz remarcó que el Papa no hace diferencia entre las víctimas, por ello no da prioridad a algunos sobre otros. "Sin hacer diferencia de si algunos sufren más y otros sufren menos", aseveró el artículo firmado por la periodista Carolina Gómez Mena para el diario La Jornada.
Los más críticos de la visita papal apuntan a la estrecha relación que mantuvo con el presidente Enrique Peña Nieto y toda la plana mayor política y eclesiástica, lo que tal vez "condicionó" la agenda de actividades.
La Jornada lanzó por último una dura sentencia: "Francisco tuvo tiempo para recibir a las cúpulas de Televisa y de TV Azteca, pero no tiene un segundo para confortar a los padres de los 43".
SPD Noticias publicó que fueron "impronunciables cuando menos dos palabras: Ayotzinapa y pederastia". A la par, Sin Embargo subrayó que el "único ofrecimiento que las familias de los jóvenes recibieron fue el presenciar desde tres espacios en primera fila" en la misa de Ciudad Juárez. La oferta fue rechazada.
"Lo que sí hicieron, fue escribirle una carta que el Pontífice recibió el domingo. En la misiva, las familias de los 43 denunciaron una crisis humanitaria que las autoridades quisieron esconder, maquillar y menospreciar", concluyó el medio mexicano.
Los padres de los 43 desaparecidos tuvieron al menos una posibilidad de hacerse escuchar. Minutos previos a la llegada del Papa al estadio Venustiano Carranza para brindar una misa, una multitud realizó un fuerte conteo hasta llegar a 43. Los seminaristas que ayudaban con la organización del escenario no pudieron evitar acompañar con sus instrumentos musicales la manifestación.