INTERNACIONAL
Embajador israelí Ilan Sztulman

"Es una pequeña frustración que Macri no haya viajado a Israel"

El diplomático advierte que mientras el régimen "islámico extremista" siga en el poder en Irán, no se sabrá qué pasó con los atentados a la embajada israelí y a la AMIA.

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El primer ministro israelí Benyamin Netanyahu con el presidente argentino. | Cedoc Perfil

“Mientras el régimen islámico extremista siga en el poder en Irán, va a ser muy difícil que podamos investigar lo que pasó en el atentado contra nuestra sede en Buenos Aires”, afirma el embajador de Israel en la Argentina, Ilan Sztulman, a pocas horas de que se cumpla un nuevo aniversario del ataque que dejó un saldo de 22 muertos y 242 heridos el 17 de marzo de 1992.

—¿Por qué hubo tan pocos avances en la investigación?

—No puedo explicar por qué. No soy parte de la investigación en el sistema judicial argentino. Confiamos en la Justicia y en el compromiso de las fuerzas de seguridad argentinas, porque tenemos una relación extremadamente cercana, de mucha cooperación, pero es muy difícil investigar todo eso. Los dos atentados los hizo Irán, que mandó a Hezbollah, su brazo armado, para que los llevara a cabo. Es muy complicado avanzar cuando tenés a esos tipos protegidos en un país. Nadie va a hacer una guerra o invadir Irán para capturarlos, lo que sí podemos es mantener la alteras rojas de Interpol. Es muy frustrante, por eso es importante hacer eventos que mantengan la memoria porque no hay una solución, ni un culpable y no hay un fin de la historia para las familias de las víctimas. Es algo que continúa siendo muy doloroso.

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—¿En qué consistirá el acto de este año?

—Vamos a volver a la plaza donde estaba la Embajada y a hacer pequeños encuentros en casas de políticos, artistas, gente conocida en sociedad, donde los sobrevivientes van a contar personalmente lo que pasó. El atentado es un trauma para la Argentina y también para Israel, porque fue el más gran que tuvimos en una de nuestras sedes diplomáticas. Fue un shock, algo que nos movilizó, sumado al hecho de que todavía no ha terminado la investigación. Todos sabemos quién lo hizo, pero no pasó nada con esta gente. Las familias sienten la necesidad y gritan por justicia, al igual que ocurre con el atentado contra la AMIA.

—A mediados de año dejará su cargo, ¿qué cuentas le quedan pendientes?

—Me siento un poco frustrado por la impunidad de Irán, un régimen que hizo horrores acá y todavía tiene una embajada en Buenos Aires, con un encargado de negocios, que es un embajador de facto, ya que es recibido en la Cancillería, entra a todos los eventos y sabemos que tiene lazos con la Fuerza de Seguridad de su país. Esto me incomoda profundamente porque, no sé si está involucrado con el terror, pero representa a un régimen que lo hace cada día, que da impunidad total a los tipos que hicieron estos atentados. Además, tiene la osadía de, a veces, hablar con la comunidad judía, diciendo que no es el mismo régimen, que cambiaron las personas. Su embajada está cerca de mi casa, en Palermo, y todos los días salgo con mi perra y paso por ahí. Me incomoda saber el dolor que crearon acá, los muertos, y toda la violencia que, de alguna forma, continúan y fomentan. Esto es algo que no creo que se vaya a resolver.

—¿La visita de Macri a Israel es una cuenta pendiente?

—Es una pequeña frustración. Me hubiera gustado haber ido como él a Jerusalén, como lo hice con la vicepresidenta Gabriela Michetti, que fue un viaje muy emotivo y positivo, con muchos resultados, en el que firmamos acuerdos. Agendamos algunas fechas y, a último momento, tuvimos una y otra crisis y no se pudo concretar. No dudo de la intensidad de sus sentimientos con nuestro país. Esto se ve esto en la forma en la que me recibieron y en la manera en que se comporta el gobierno argentino.

—¿Qué fue lo que cambió?

—Hay mucha cooperación y para nosotros es un cambio. Mi predecesora Dorit Shavit, hablaba prácticamente sólo con un ministro, Héctor Timerman, porque tenía que hacerlo ya que era el canciller. Yo tengo contacto con todos los funcionarios, me comunico con ellos libremente y todas las puertas están abiertas para cooperar, con las limitaciones de la crisis económica. Políticamente, tenemos una afinidad muy grande. La atmósfera hoy es distinta, no solo en el oficialismo, sino también con la oposición, menos con la ex presidenta. Con el peronismo, tenemos una relación muy buena, viajan a Israel y están dispuestos a dialogar. Eso es un cambio histórico para nosotros.

—¿Cómo está influyendo la crisis local en la relación?

—El país está en una crisis económica muy difícil y está recortando proyectos internacionales. Esta falta de plata nos limita mucho y es frustrante porque tanto el gobierno como el pueblo de Israel tienen mucha afinidad con la Argentina. Esto nos afecta porque hay muchas cosas que queremos hacer pero que cuestan dinero como, por ejemplo, los programas de cooperación internacional en la gestión de innovación. Somos un centro de innovación muy grande y se torna muy limitado si nos cerramos sólo en nuestro país. Por eso, ayudamos a empresarios que quieren desarrollar nuevos productos y, si lo tienen que hacer con otro país, les financiamos el 50%. El resto lo debe poner la contraparte. Acá no podemos hacerlo porque están muy mal. En el futuro, cuando salgan de esta crisis vamos a hacer mucho más juntos.

*Entrevista concedida al programa Voces y memoria, que se emite los martes a las 20 por radio Eco Medios, AM 1220.

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