Líderes europeos defendieron ayer, en el 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de recuperar el espíritu de 1945 para enfrentar el coronavirus, así como en esos años se enfrentó a los totalitarismos que devastaron el continente.
“No tenemos que aceptar que el orden y la paz establecidos a partir de 1945 se evaporen ante nuestros ojos”, afirmó el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier en un discurso en Berlín.
“Queremos más y no menos cooperación en el mundo, inclusive en la lucha contra la pandemia”, agregó.
En la misma línea y desde Londres, el primer ministro británico, Boris Johnson, recordó en un mensaje a los veteranos de la guerra que la lucha contra el coronavirus “exige el mismo espíritu de esfuerzo nacional que encarnaron hace 75 años”.
El escuadrón acrobático “flechas rojas” de la Royal Air Force sobrevoló el centro de Londres y las cadenas de televisión británicas respetaron dos minutos de silencio.
En todo el mundo, las restricciones decretadas para contener la pandemia del nuevo coronavirus, que ha matado a casi 270.000 personas, han obligado a reducir al mínimo las celebraciones, con ceremonias transmitidas en directo por internet.
En París, el presidente francés, Emmanuel Macron, presidió una ceremonia mínima al pie del Arco del Triunfo, prácticamente vacío. El jefe de Estado depositó una ofrenda floral ante la estatua del general Charles De Gaulle y recorrió los Campos Elíseos.
“Gratitud”. En Moscú, donde tradicionalmente se celebra el “Día de la Victoria” el 9 de mayo, la alerta sanitaria obligó a aplazar el desfile militar en la Plaza Roja, al que habían sido invitados dignatarios extranjeros, aunque sí se mantuvo la parte aérea.
En un mensaje divulgado por la ocasión, Putin recordó que en la actualidad el mundo enfrenta un enorme desafío: el Covid-19. “Todos estamos juntos en esta lucha contra la epidemia y el apoyo mutuo es muy importante”, explicó.
Normalmente, Alemania no conmemora o celebra muy poco el aniversario del 8 de mayo de 1945, cuando el régimen nazi se rindió a los aliados, pero esta vez la ciudad de Berlín decidió declarar el 75º aniversario como feriado.
Este día festivo, sinónimo de derrota para el país pero también de liberación del nacionalsocialismo y de los campos de concentración, se limitó solo a la capital del país, donde la iniciativa ha causado cierta controversia en la clase política.
En su discurso, el presidente alemán instó a sus compatriotas a considerar el 8 de mayo de 1945 como un día de “gratitud” y no de amargura por la derrota y el sufrimiento tras los bombardeos de los aliados o la pérdida de territorios.
“Hoy, nosotros los alemanes podemos decir: ¡el día de la liberación es un día de gratitud!”, declaró. “Hemos necesitado tres generaciones para poderlo decir de todo corazón”, agregó.