Evo Morales dice que su inhabilitación como candidato es "golpe a la democracia"
Según explicó el Tribunal Supremo Electoral, el expresidente no cumple el requisito de residir en Bolivia para postularse a los comicios como senador por Cochabamba.
El 19 de enero el partido de Morales, definirá quien sera su candidato presidencial. |
Sergio Piemonte
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que su inhabilitación como candidato al Senado es un "golpe contra la democracia". El exmandatario y líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) vio caer su candidatura este jueves después de que el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia alegara que no cumple el requisito de "residencia permanente" en la jurisdicción del país a la que busca representar.
"La decisión del Tribunal Supremo Electoral es un golpe contra la democracia", escribió Morales en su cuenta de Twitter y agregó: "Los miembros del @TSEBolivia saben que cumplo todos los requisitos para ser candidato. El objetivo final es la proscripción del MAS", finalizó Morales, cuya candidatura era su pasaje de regreso a Bolivia después de que la justicia le prohibiera postularse a la presidencia.
Las candidaturas al Congreso de Morales, de quien fuera su canciller, Diego Pary, y del líder de derecha Mario Cossío, fueron inhabilitadas "por no cumplir con el requisito de la residencia permanente" en las regiones de Bolivia por las que se postulaban, dijo el titular del TSE, Salvador Romero, en rueda de prensa. Morales salió del país en noviembre hacia México, tras dimitir en medio de protestas sociales, y actualmente está refugiado en Argentina.
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El expresidente ya está siendo investigado por otros presuntos delitos y esta semana se abrió un proceso penal en su contra al ser sospechoso de participar en fraude electoral en las elecciones de octubre pasado. El gobierno interino lo denunció ante los tribunales bolivianos por sedición y terrorismo y ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de lesa humanidad por ordenar a sus simpatizantes que sitiaran importantes ciudades como El Alto en el marco de la violencia postelectoral.
La crisis política en Bolivia se desató tras las elecciones presidenciales del 20 de octubre, en las que Morales proclamó su victoria pero la oposición denunció "fraude". La Organización de Estados Americanos (OEA) hizo una auditoría del proceso electoral en la que halló "irregularidades".
Morales dimitió el pasado 10 de noviembre y marchó dos días después a México. Jeanine Áñez, segunda vicepresidenta del Senado, se proclamó presidenta interina para llenar el vacío de poder dejado por el antiguo mandatario y la renuncia de otros altos cargos. Ni el exmandatario ni sus seguidores reconocen a Áñez porque consideran que su estancia en el Palacio Quemado es fruto de un "golpe de Estado".
