El presidente boliviano Evo Morales pidió perdón a los indígenas amazónicos por la brutal represión policial que desarticuló el domingo su marcha contra un proyecto carretero, y les convocó al diálogo para zanjar diferencias, en una declaración formulada anoche.
Que me disculpen, que me perdonen, no ha habido ninguna instrucción” para que sean reprimidos, dijo Morales en la casa de Gobierno. “No ha habido instrucción del presidente” para la acción policial, agregó. “Quisiéramos nuevamente convocar al diálogo, estamos aquí para seguir dialogando”, dijo el presidente, que acusó a los medios de dramatizar la acción policial.
Los manifestantes intentan reagruparse en la región noreste del país para reanudar su marcha a La Paz para protestar contra la construcción de una carretera sobre una reserva ecológica. La marcha fue interrumpida por la fuerza el domingo en la localidad de Chaparina, a 320 km de la sede de gobierno.
Morales habló ante los medios después de sopesar multitudinarias protestas este miércoles en todo el país. “Son para mí una llamada de atención del pueblo boliviano”, afirmó. “Pero también quiero decir con mucha sinceridad que yo, como víctima (de la violencia policial en su época de dirigente cocalero), nunca podía instruir que haya una violencia realizada en Yucumo (la región donde se encuentra Chaparina) como ha visto el pueblo boliviano”.
Frente a acusaciones de dirigentes sindicales y políticos que le acusan de haber ordenado la represión, Morales manifestó que “tarde o temprano el pueblo se dará cuenta de tantas falsedades y las verdades se impondrán”.