Utilizar agua de mar para enfriar un reactor nuclear como lo hacen los japoneses en su central de Fukushima, dañada por el sismo del viernes pasado, es "un acto de desesperación" que evoca la catástrofe de Chernobyl, estimaron especialistas estadounidenses en energía atómica.
"La situación se volvió tan crítica que no tienen más, al parecer, la capacidad de hacer ingresar agua dulce para refrigerar el reactor y estabilizarlo, y ahora, como último extremo, deben recurrir al agua de mar", dijo Robert Alvarez, especialista en desarme nuclear del Instituto de Estudios Políticos de Washington.
Lo que pasa actualmente en la central es una pérdida total de alimentación de los sistemas de refrigeración, exterior e interior (asegurada en este caso por generadores diesel). Esta falla total "es considerada como extremadamente improbable pero es un tema de gran inquietud desde hace décadas", explicó Ken Bergeron, un físico que trabaja sobre simulaciones de accidentes en reactores.
Los reactores de Fukushima han sido detenidos pero el corazón del reactor puede fusionarse si no es refrigerado y comenzaría a fluir hacia el fondo del recinto de confinamiento.
"La estructura de confinamiento en esta central es ciertamente más sólida que la de Chernobyl, pero mucho menos que la de Three Mile Island, y solo el futuro dirá que puede suceder", señaló Bergeron, al hacer alusión a los dos más graves accidentes nucleares, el de 1986 en Chernobyl (Ucrania) y el de 1979 en Three Mile Island, en Pensilvania, Estados Unidos.
"En este momento, estamos frente a una situación semejante a la de Chernobyl, donde se comenzó a verter arena y cemento" para recubrir al reactor en fusión, explicó Peter Bradford, ex director de la Comisión de vigilancia nuclear estadounidense.
A la par, Joseph Cirincione, jefe de la organización ecologista Ploughshares Fund, reprochó a las autoridades japonesas por ofrecer informaciones parciales y contradictorias sobre la situación en la central de Fukushima. La presencia de cesio en la atmósfera después de que la central hubiera lanzado el vapor excedente indica que una fusión parcial está en curso, según este especialista.
El caso Onagawa. Las autoridades japonesas decretaron el estado de urgencia en una segunda planta nuclear, la de Onagawa (noreste) también afectada por el fuerte terremoto del viernes, anunció este domingo la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). "La alerta fue declarada tras niveles de radiactividad registrados que superaban los niveles autorizados en la zona cercana a la central", explicó la AIEA.