Las fuertes nevadas en el norte de Francia sembraron el caos, especialmente en la región de París, donde centenares de personas pasaron la noche bloqueadas en las carreteras o bien en centros de acogida. Sin embargo, las postales idílicas que dejó el manto blanco en los principales monumentos de la ciudad y las veredas recorrieron el mundo.
El ministerio del Interior solicitó a los automovilistas no tomar sus autos, "frente a una situación excepcional". Se trata de una nevada histórica en la capital francesa. Esta primera ola de frío invernal contrasta con las últimas semanas. El mes de enero de este 2018 fue el más suave en más de un siglo y estuvo marcado por una humedad sin precedentes.
Tras una primera jornada de mal tiempo que ya obligó a cerrar la Torre Eiffel el martes, varios vuelos fueron anulados ayer en los aeropuertos parisinos, donde se acumularon hasta 13 cm de nieve. El tráfico ferroviario estaba fuertemente perturbado y la situación en los ejes viarios seguía siendo complicada. En cambio, el subte de París funcionaba prácticamente con normalidad.
Las nevadas se intensificaron en la madrugada de este jueves, con una caída de las temperaturas hasta -10ºC. Los jardines nevados de la basílica del Sagrado Corazón, uno de los lugares más turísticos de París a 130 metros de altitud, se convirtieron en una pista de esquí improvisada.