A las 00 horas del miércoles se levantaron las restricciones impuestas hace más de dos meses que impedían abandonar la ciudad de Wuhan, de 11 millones de habitantes, un paso clave para el fin de la crisis sanitaria en China. Tras esto, miles de personas se precipitaron en la noche a la estación de trenes de la ciudad donde surgió la pandemia del nuevo coronavirus a finales de diciembre.
"Wuhan perdió mucho en esta epidemia y la gente de Wuhan pagó un precio muy alto", dijo un joven de 21 años de nombre Yao, que estaba regresando a trabajar a un restaurante a Shangái. "Ahora que se levantó el confinamiento, creo que estamos todos muy felices", agregó.
El gobierno espera que unas 55.000 abandonen el miércoles la ciudad, que estuvo confinada desde el 23 de enero. La agencia estatal china ‘Xinhua’ informaba de columnas de autobuses saliendo de la ciudad una vez retiradas las barreras que bloqueaban las carreteras y los vuelos también se reanudaron en el aeropuerto internacional de Wuhan. Algunos a duras penas podían esconder su felicidad: "¡Hace 77 días que estaba encerrado!" exclamó un hombre de la provincia cercana de Hunan, a quien el confinamiento lo encontró en Wuhan.
Las autoridades ferroviarias solicitan a los pasajeros mostrar códigos médicos y les revisan la temperatura al entrar a las estaciones, además de que tienen que portar mascarillas para reducir el riesgo de contagio. También desinfectaron con anticipación los trenes bala, las entradas y salidas, las salas de espera y las plataformas de las estaciones de tren. "Hemos realizado actividades de mantenimiento, desinfección y prevención de la epidemia en más de 100 unidades múltiples eléctricas de trenes bala en los últimos dos meses para prepararnos para el día en el que reanudáramos operaciones" , dijo un empleado.
El Aeropuerto Internacional Tianhe de Wuhan empezó a reanudar los vuelos nacionales de pasajeros en las primeras horas del miércoles. Se espera que el aeropuerto registre más de 200 llegadas y salidas durante el día, informó el aeropuerto. "La tripulación portará anteojos, mascarillas y guantes durante todo el vuelo", dijo Guo Binxue, sobrecargo en jefe del vuelo MU2527, el primer vuelo que partirá de Wuhan a las 07:25 hora local del miércoles desde que se levantó el confinamiento de la ciudad. Guo dijo que los sobrecargos ofrecerán mascarillas para los pasajeros si tienen fiebre, tos y otros síntomas y registrarán su información personal e historial de contactos de los últimos 14 días. "Hemos simplificado el proceso de servicio para proteger mejor la salud de todos", agregó.
A la espera de la segunda ola
El coronavirus convirtió a Wuhan en la primera ciudad del mundo sometida a un confinamiento sin precedentes que ahora afecta a cerca de la mitad de la población mundial. Hubei y su capital provincial fueron las más afectadas por la pandemia que dejó oficialmente 81.000 casos en China y más de 3.300 muertos. En el epicentro de la pandemia murieron más de 2.500 personas en los hospitales. Por esto, las medidas de Wuhan se ampliaron a toda la provincia, confinando a unos 60 millones de personas en sus casas y cortando la ciudad del resto del mundo al tiempo que se prohibió la entrada y salida de la provincia para frenar la transmisión del virus.
El nuevo coronavirus apareció en esta urbe a finales de 2019. Muchos de los casos parecían vinculados a un mercado de mariscos que vendía animales silvestres. Las autoridades del Partido Comunista están acusadas de ocultar inicialmente el brote y de dar al principio una respuesta lenta para frenar su propagación, y muchos ponen en entredicho los números reportados dada la virulencia y la rapidez con que se ha propagado en países como Italia, España o Estados Unidos que presentan cifras de muertos y contagiados muy superiores a las chinas.
Un día con cero muertos en China
Este martes, por primera vez, el país no anunció ninguna muerte por COVID-19, con lo que el país se encamina hacia una salida de la crisis. La cuarentena total impuesta el 23 de enero dio resultado: tras registrar un centenar de muertes en febrero, el número se fue reduciendo en las últimas semanas hasta llegar a cero el martes, según el Ministerio de Sanidad. Pero esta cifra tranquilizadora debe ser moderada ya que surgieron dos nuevos riesgos: las personas infectadas que llegan del extranjero, y la amenaza invisible de los pacientes asintomáticos, que no tienen tos ni fiebre pero pueden transmitir el virus.
La municipalidad también señaló que se mantendrían varias restricciones a la circulación en la ciudad para prevenir la reaparición de infecciones. "Muchas personas piensan que a partir del 8 de abril podrán relajarse un poco. Pero en la práctica, necesitaremos una mayor vigilancia", dijo el domingo un diario que citaba a un alto funcionario de Wuhan. "No habrá relajación", prometió. Por ello, las autoridades permanecen alerta y retiró a 70 barrios de viviendas la clasificación "sin epidemia" (denominación que permite a los habitantes salir de su vivienda). El municipio justificó esta decisión tras descubrir personas asintomáticas en estos complejos residenciales.
El descenso de los casos de contaminación y muerte en China en las últimas semanas está acompañado de dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales publicadas por el gobierno. Algunas familias dijeron en la prensa china que no se contabilizaba a las personas que habían fallecido en sus hogares o que no habían sido sometidas a pruebas al comienzo del brote, cuando los hospitales estaban sobrecargados.
China informó de su primera muerte el 11 de enero y, desde entonces, casi 82.000 personas fueron infectadas en el país, de las cuales 3.331 murieron, según las cifras oficiales, que muchos gobiernos ponen en duda. Irán incluso hizo una inusual crítica este martes: "Tras la propagación del virus, fue evidente que (la realidad) no correspondía a lo que publicó China", indicó la agencia de noticias iraní ‘Irna’, citando a Minou Mohraz, una responsable del ministerio de Sanidad iraní y miembro del Comité nacional de lucha contra el nuevo coronavirus.
DS