INTERNACIONAL
Mañana elige presidente

Francia blindada ante el temor de nuevos atentados en las elecciones

Tras el ataque del jueves en París, en el que murieron dos personas, Hollande sacó a las calles a 50 mil policías, gendarmes y militares. Galería de fotos

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Militarizados. Miles de uniformados resguardan los sitios emblemáticos en París y las principales ciudades galas, en el marco del operativo Sentinelle, lanzado en 2015 tras el ataque a la revista Charlie Hebdo. El presidente Hollande visitó ayer el cuartel general de la Policía. | AFP

Francia amaneció ayer blindada por policías, gendarmes y militares, en un esfuerzo por garantizar la seguridad de cara a los comicios presidenciales que se celebrarán mañana. El gobierno de François Hollande dispuso, tras una reunión del Consejo Nacional de Defensa, que 50 mil uniformados patrullen las calles y velen por la seguridad en 67 mil centros de votación, apoyados por 7 mil militares de la operación Sentinelle.

La decisión llegó horas después de una balacera en la avenida Campos Elíseos, a metros del Arco del Triunfo y del Palacio del Elíseo, que culminó con un policía muerto y el atacante abatido. “Ninguna fuerza armada puede estar cerca o dentro de una zona de votación. Esa es la regla democrática”, afirmó, sin embargo, el ministro del Interior, Matthias Fekl. Cada presidente de mesa contará con un número especial para llamar a las fuerzas de seguridad en caso de emergencia. Los candidatos tendrán una protección reforzada, en unos comicios en los que el pánico jugará su propio partido en el electorado galo.

Tras el trauma vivido el jueves, el ataque volvió a disparar la preocupación de los comerciantes, que temen una nueva deserción de turistas, sangría que comenzó con la masacre de Charlie Hebdo en 2015 y los atentados en París y Niza en 2016. Desde ese entonces, los ataques en suelo francés dejaron 239 víctimas fatales, marcando a fuego no sólo la presidencia de Hollande sino también la actual carrera presidencial, donde uno de los temas principales ha sido la amenaza del terrorismo.

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Tranquilidad. Sin embargo, la vida continuaba ayer en los Campos Elíseos en relativa armonía. Los turistas paseaban y sacaban fotos, algunos curiosos se paraban en el lugar del tiroteo que tiñó de sangre la emblemática avenida parisina y colocaban flores en honor al policía muerto, luego de que fuera baleado en un ataque reivindicado por Estado Islámico (EI). Otros se amontonaban para fotografiar las vidrieras rotas por los impactos de bala.

“Está claro que los turistas no van a querer volver”, declaró a la prensa Majid Gabiri, de 64 años, mozo en el café restaurante Le Vesuvio desde hace treinta años. “Tras los atentados del 13 de noviembre había menos gente. Incluso los habitués esta mañana son menos”, agregó, señalando las mesas vacías. Sin embargo, alrededor de 300 mil personas aún pasean diariamente por la avenida más tradicional de París, que une el Arco de Triunfo y la Plaza de la Concordia y está plagada de locales, cafés, cines y teatros.

Operativo. Sentinelle es una movilización de militares que comenzó tras el ataque a la revista Charlie Hebdo y se mantiene en la actualidad. El operativo militar fue desplegado en lugares “sensibles” como aeropuertos, estaciones de tren, plazas públicas, colegios y lugares de culto de diversas religiones, y en eventos recientes como la Eurocopa y el Tour de Francia de ciclismo. Los militares patrullan estos enclaves, así como la Torre Eiffel o la catedral de Notre Dame, en pequeños grupos, vestidos con traje de camuflaje y armados con fusiles de asalto.

Las autoridades también decidieron blindar la Torre Eiffel, que en los próximos meses contará con un dispositivo de protección que incluirá un “muro de vidrio antibalas” en sus lados para hacer frente a eventuales amenazas terroristas.

Al anunciar el lanzamiento del Sentinelle, Hollande destacó que se trataba de una “movilización sin igual de las fuerzas de seguridad sobre el territorio francés desde la Quinta República”, fundada en 1958. Sin embargo, no fue suficiente para evitar el ataque del jueves, que sumió al país en el pánico a horas de unas elecciones cruciales, en las que se jugará la supervivencia de esa misma Quinta República.

Tenía una proclama de EI

Las autoridades hallaron cerca del cuerpo del atacante –Karim Cheurfi, un francés de 39 años– una nota manuscrita en la que defendía a Estado Islámico (EI). Cheurfi abrió fuego el jueves con un arma automática contra una patrulla de policía, matando a un oficial antes de ser abatido. Se trataba de un delincuente reincidente obsesionado con la idea de atacar uniformados. En 2005 había sido condenado a 15 años de reclusión por intentar matar a un policía. “Aquí todo el mundo lo conocía, es alguien que perdió la razón, muy desequilibrado psicológicamente”, declaró un vecino del barrio de Chelles, al nordeste de París. 

EI reivindicó el ataque e identificó al autor como “Abu Yusef el Belga”. Esa reivindicación planteó dudas sobre la posibilidad de que un segundo atacante se hubiera fugado, e incluso incertidumbre sobre si el Califato estaba realmente detrás del ataque. Las autoridades indicaron ayer que Abu Yusef se había entregado en una comisaría de Amberes, Bélgica.