INTERNACIONAL
un ultraconservador

Francisco destituyó a un obispo que criticaba la apertura de su pontificado

En una decisión muy poco frecuente, el Vaticano anunció ayer el desplazamiento de monseñor Joseph Strickland de la diócesis de Tyler, en Texas, a la que en junio había enviado una misión de inspección. Vocero de los sectores más conservadores, el prelado había dicho en septiembre que no renunciaría si se lo solicitaba la Santa Sede, lo que confirmó, por lo que forzó así su destitución. Strickland acusaba al Papa de amenazar las “verdades básicas” de la fe católica.

2023_11_12_vaticano_stickland_cedoc_g
Vaticano. Stickland ha criticado el Sínodo, uno de los proyectos más caros a Francisco, teme que impulsen innovaciones en el matrimonio, la Eucaristía, la sexualidad y la apertura a los gays. | cedoc

El papa Francisco destituyó al obispo estadounidense Joseph Strickland, un destacado conservador que criticó reiteradamente su papado, anunció ayer el Vaticano en el Boletín Oficial.

“El Santo Padre destituyó a Joseph E. Strickland del gobierno pastoral de la diócesis de Tyler” en Estados Unidos, anunció el Vaticano en un comunicado. El obispo de Austin, Joe Vásquez, fue nombrado administrador apostólico de la diócesis, se indicó.

En junio, el prelado recibió una visita apostólica, encomendada por Francisco a dos obispos eméritos estadounidenses, Gerald Kicanas y Dennis Sullivan, con el fin de llevar a cabo una investigación contra él. Y la tesis general era que la investigación se debía precisamente a sus posiciones tradicionalistas, irreconciliables con el nuevo rumbo iniciado por el Papa Bergoglio.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Según los expertos, es extremadamente raro que un obispo sea cesado directamente de sus responsabilidades, en lugar de ser alentado u ordenado a renunciar. Monseñor Strickland, de 65 años, estaba lejos de la edad de retiro en la que cada prelado debe presentar su renuncia a la Santa Sede. 

En una nota de blog publicada en su web en septiembre, Strickland respondió a los rumores de que el Vaticano lo instó a renunciar. “No puedo renunciar a mi cargo de obispo de Tyler, porque equivaldría a abandonar el rebaño a mi cuidado”, escribió entonces. “También he declarado que respetaré la autoridad del papa Francisco, si me destituye de mis deberes como obispo de Tyler”, añadió.  

Lejos de cuestionar por el momento la decisión del Papa, Strickland se limitó ayer a publicar en sus redes una consideración espiritual: “Alégrense siempre de que... traiga lo que traiga el día, Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida, ayer, hoy y siempre. Que los santos y la Santísima Virgen María nos inspiren siempre a volver a Cristo, por más que vaguemos en la oscuridad. Jesús es Luz de Luz”.

En septiembre, había escrito en su blog: “Amo a Jesucristo y a la Iglesia Católica que Él fundó (...) Mi único deseo es decir su verdad y vivir la voluntad de Dios lo mejor que pueda”.  

El Vaticano no especificó qué desencadenó la inspección apostólica de junio ni a qué conclusiones llegó. Strickland escribió que los dos obispos habían pasado una semana realizando entrevistas sobre la situación en la diócesis. Fue el cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, quien reveló ayer  en una nota que los prelados que realizaron la visita “llevaron a cabo una investigación exhaustiva sobre todos los aspectos del gobierno y liderazgo de la diócesis de Tyler por parte de su ordinario, el obispo Joseph Strickland”.

“Como resultado de la visita –continuó–, se hizo una recomendación al Santo Padre de que no era posible la continuación en el cargo del obispo Strickland”. Tras meses de cuidadosa consideración por parte del Dicasterio para los Obispos y del Santo Padre, se llegó a la decisión de solicitar la renuncia del obispo Strickland. Tras recibir esta petición, Monseñor Strickland se negó a dimitir de su cargo el 9 de noviembre de 2023. De ahí, apenas dos días después, la decisión del Papa de destituir al prelado de su cargo.

Crítico. El obispo texano, nombrado por el predecesor de Francisco, Benedicto XVI en 2012, es uno de los críticos más destacados del Papa argentino. 

En el último año, ha acusado al Papa de socavar la fe católica, ha cuestionado si los funcionarios del Vaticano califican como católicos, y advirtió que el Sínodo de octubre, la reunión mundial de obispos y laicos, que es clave para la visión de Francisco de la Iglesia, era un vehículo para amenazar “verdades básicas” de la doctrina católica. Teme en particular que se impulsen innovaciones en el matrimonio, la Eucaristía, la sexualidad y la apertura a los homosexuales. 

Como recordó el New York Times, Strickland, ahora mártir de los tradicionalistas frustrados con la apertura de Francisco, tiene una plataforma inusualmente poderosa desde la que expresar ese punto de vista. Tiene un programa de radio semanal que es popular entre los conservadores, y cuenta con más de 145 mil seguidores en –X–, ex Twitter. Esa cifra es incluso superior al número de católicos de su diócesis, que ahora estará dirigida por un obispo más en línea con la visión de Francisco.

El pontífice de 86 años intenta que la Iglesia sea más abierta a diferentes puntos de vista. Pero se ha enfrentado a una fuerte oposición de sus detractores, especialmente en Estados Unidos, ya que lo acusan de causar confusión y no respetar las creencias fundamentales de los católicos.  

En un mensaje publicado a principios de año en X, Strickland acusó al Papa de “socavar el depósito de la fe”. Muchos de sus críticos acusan a Francisco de no ser lo suficientemente firme en el tema del aborto y de mostrar demasiada tolerancia hacia los gays y los divorciados.

Durante una reunión de los jesuitas en Lisboa, Francisco lamentó la “actitud fuertemente reaccionaria” de algunos católicos en Estados Unidos. También declaró que volver al pasado “es inútil” y que es necesario “entender que hay una evolución apropiada en la forma de abordar los temas de la fe y la moralidad”. 

Desafío. Incluso para muchos conservadores descontentos, que sienten que Francisco está diluyendo la enseñanza y las reglas de la Iglesia con su enfoque excesivamente inclusivo, el obispo Stickland fue demasiado lejos al anunciar públicamente en septiembre que no renunciaría. 

Pero sus partidarios en los rincones más conservadores de la Iglesia consideraron su destitución como otro dato en su argumento de que Francisco, a pesar de todo su discurso de tolerancia y misericordia, es un gobernante totalitario, un “Papa dictador”, lo han llamado, que aplasta a la oposición.

“Hoy hemos visto algo insólito en el boletín de la Santa Sede. Reconocen abiertamente que Strickland no ha presentado la renuncia sino que ha sido el propio papa Francisco quien lo ha quitado de su cargo en un ejercicio despótico de su ministerio petrino”, escribió el portal español Infovaticana.

Para este medio, portavoz de los sectores más conservadores de la Iglesia española, al destituir a Strickland “el Papa ha vuelto a hacer uso de su poder absoluto para quitarse de en medio a un obispo fiel a la doctrina y al Magisterio de la Iglesia Católica”.

Por su parte, Michael J. Matt, editor del periódico tradicionalista The Remnant, escribió en X: “Esto es la guerra total. Francisco representa un peligro claro y presente no sólo para los católicos de todo el mundo, sino también para el mundo en general. Ahora parece estar intentando activamente enterrar la fidelidad a la Iglesia de Jesucristo. Que sea anatema”.

La decisión de destituir a Strickland también fue anunciada por la Conferencia Episcopal Católica de Estados Unidos, en un comunicado tan escueto como el del Vaticano. La diócesis de Tyler tiene más de 120 mil católicos de una población total de más de 1,4 millones de habitantes, según la Conferencia.

“Nuestro trabajo como Iglesia Católica en el noreste de Texas continúa”, afirmó la diócesis.