En su segundo día como Papa, Francisco tuvo una audiencia en la Sala Clementina del Vaticano con los miembros el Colegio Cardenalicio, donde pidió no ceder "nunca al pesimismo", e invitó a los cardenales a buscar "nuevos métodos" para llevar los Evangelios a "todos los extremos de la Tierra".
“No cedamos nunca al pesimismo ni a la amargura que el diablo nos ofrece cada día", declaró el nuevo pontífice argentino en la Sala Clementina, leyendo un discurso emotivo y lleno de agradecimientos que se saltó en numerosas ocasiones para introducir reflexiones personales, informó la AFP.
Francisco también invitó a los "príncipes de la Iglesia", a "buscar nuevos métodos de evangelización para llevar la verdad cristiana (...) a todos los extremos de la Tierra".
Y agregó, improvisando ante la mirada sorprendida de algunos cardenales: "La mitad de nosotros estamos en la vejez, donemos la sabiduría a los jóvenes, para que como el buen vino con los años mejore".
El Papa, vestido con una sencilla sotana blanca y una cruz de hierro, invitó improvisando a los cardenales a sentirse con él "una comunidad de amigos": "Somos todos hermanos, eso nos hace bien a todos".
Francisco rindió homenaje a su predecesor Benedicto XVI calificando su casi inédita renuncia al pontificado como un "gesto valiente y humilde".
"Dedico un pensamiento lleno de afecto y profunda gratitud" a Benedicto XVI, quien fue un intérprete "humilde y paciente" de su ministerio, "un patrimonio espiritual para todos", agregó.