INTERNACIONAL
Deshielo en pausa

Kim se enojó por ejercicios militares y puso en duda la cumbre con Trump

Aviones estadounidenses realizan maniobras con el ejército de Corea del Sur. "Hay un límite en la buena voluntad que podemos mostrar", dijo la agencia oficial norcoreana.

Kim Jong-un se enojó con Trump.
Kim Jong-un se enojó con Trump. | AFP

Corea del Norte amenazó este miércoles con cancelar la cumbre prevista entre el líder Kim Jong Un y el presidente estadounidense Donald Trump, por los ejercicios militares que Estados Unidos está realizando con fuerzas de Corea del Sur, llamados "Max Thunder" y que incluyen "ensayos de invasión" e incluyen a los sofisticados cazas furtivos F-22 "Raptor", la bestia negra para Corea del Norte teme sean utilizados para ataques "quirúrgicos" en su territorio. La furia del líder norcoreano con el asunto hizo que también cuestione "que se exija la desnuclearización unilateral de Corea del Norte", y así la cumbre entre Kim y Donald Trump, pautada para el 12 de junio, entró en un cono de incertidumbre. 

Unas conversaciones de alto nivel que estaban previstas entre enviados de Pyongyang y Seúl este miércoles también fueron suspendidas a causa de esos ejercicios, informó la agencia surcoreana Yonhap. "Hay un límite de la buena voluntad que podemos mostrar", advirtió la agencia oficial norcoreana KCNA.

Las maniobras de las fuerzas aéreas estadounidenses y surcoreanas incluyen "ensayos de invasión" y resultan "una obvia provocación en momentos en que las relaciones intercoreanas están mejorando", advirtió KCNA. Washington "tendrá que pensar cuidadosamente sobre la realización de esta cumbre Estados Unidos-Corea del Norte tras este lío militar provocador", agregó KCNA, habitual vocera de Kim Jong Un.

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El ejercicio aéreo Max Thunder, que se inició el 11 de mayo, está previsto que dure dos semanas. En las maniobras participan un centenar de aviones de Estados Unidos y Corea del Sur, incluyendo los cazas furtivos estadounidenses F-22 "Raptor". El tema disparó una amenaza más seria: la de Corea del Norte de revisar su postura "desnuclearizadora".

"Si el gobierno estadounidense nos arrincona y nos pide unilateralmente abandonar nuestras armas nucleares no vamos a tener ningún interés en las conversaciones y vamos a tener que reconsiderar si aceptamos la futura cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos", declaró el viceministro de Relaciones Exteriores Kim Kye Gwan en un comunicado difundido por la agencia oficial KCNA. Washington está presionando para que Pyongyang lleve a cabo una desnuclearización completa, verificable e irreversible.

En la cumbre con el presidente surcoreano Moon Jae-in el mes pasado Kim reafirmó su compromiso con una desnuclearización de la península de Corea. Pero esta frase es un eufemismo abierto a interpretaciones. "Nosotros ya expresamos nuestra voluntad de una desnuclarización de la península de Corea y declaramos reiteradamente que Estados Unidos también debe terminar con su política hostil hacia DPRK (acrónimo oficial de Corea del Norte, NDLR) y amenazas nucleares como condición previa", señaló el funcionario.

En el pasado, Pyongyang ha pedido el retiro de las tropas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur para proteger el país de su vecino, y un final del paraguas nuclear que presta Washington a su aliado. El funcionario norcoreano también criticó al asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos John Bolton por su afirmación de que la desnuclearización seguirá "el modelo libio". Esto fue "un movimiento siniestro para imponer a nuestro digno Estado el destino de Libia o de Irak", dijo Moon. Es que después de renunciar a su programa nuclear, el líder libio Muamar Gadafi fue derrocado y murió en las revueltas apoyadas por la OTAN. 

Corea del Norte estima que necesita armas nucleares para protegerse de una potencial invasión de Estados Unidos. El viceministro también rechazó las ofertas que le hizo el secretario de Estado Mike Pompeo, que ha visitado dos veces Pyongyang en las últimas semanas, y que en su último viaje volvió con tres estadounidenses que estaban presos en Corea del Norte, con promesas de ayuda económica a cambio de la desnuclearización. 

"Nunca hemos tenido ninguna expectativa de tener apoyo estadounidense en nuestra construcción económica y no vamos a hacer este tipo de tratos en el futuro", dijo el funcionario. 

En las últimas semanas, además de su llamativa cumbre con el líder surcoreano en la Zona Desmilitarizada que divide a ambos países, Kim se ha reunido dos veces con el presidente chino Xi Jinping y Pyongyang ha anunciado que va a desmantelar el campo de pruebas nucleares. Los analistas creen que ahora Pyongyang busca redefinir los términos del debate. "Es una táctica diplomática", explicó a la AFP Kim Hyun-wook, profesor en la Academia Nacional Diplomática de Corea, que estimó que esta estrategia es una "política de riesgo calculado". 

"Parece que Kim Jong Un fue empujado a aceptar las demandas estadounidenses de 'la desnuclearización primero' pero ahora está tratando de cambiar su posición después de haber normalizado las relaciones entre Corea del Norte y China y de haberse asegurado ayuda económica", agregó. "La clásica diplomacia de la cuerda floja entre Estados Unidos y China ha comenzado", dijo el experto.