La incursión militar de Israel en la Franja de Gaza, la mayor jamás realizada en la zona, dejó un saldo de más de 1.300 palestinos muertos, y una ciudad devastada por los bombardeos y combates. “En Gaza parece que hubiera pasado un ciclón”, aseguró a Perfil.com Zakaria Attoun, hombre cercano al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
“Estamos un poco más tranquilos ahora. Hay muchas casas que las han destruido. Muchos regresan a sus hogares pero no los encontraron. Y hay otros que ni siquiera saben donde están sus casas. No ha quedado nada acá”, describió Attoun.
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Las más de tres semanas de bombardeos han dejado a la ciudad prácticamente en ruinas. “Hay gente que no termina de darse cuenta de lo que pasó, nunca había sucedido algo así. En Gaza parece que hubiera pasado un ciclón. Nuestra zona no es como el Caribe que todos los años hay ciclones”, dijo a este portal Zakaria.
El ejército israelí anunció que hoy retiró todas sus tropas de Franja de Gaza, tras la ofensiva lanzada el pasado 27 de diciembre en el territorio palestino contra el movimiento islamista Hamas. Sin embargo, el cese del fuego aún no es total. “Están dando vueltas en la frontera. Hoy a la mañana nos despertamos por el ruido de los tiros israelíes que salían de embarcaciones hacia un campo de refugiados palestinos. También bombardearon una casa. En cualquier momento vuelven”, advirtió este palestino que vive en la zona desde 1994.
Otro de los problemas vitales en el lugar es la falta de alimentos o elementos necesarios para subsistir. Hoy se conoció que el gobierno de Israel abrió tres pasos fronterizos para la entrada de más de 100 camiones con alimentos. “Estamos mejorando, porque casi hay de todo. El problema es que si algo no entra todos los días, entonces hace falta. Somos un millón y medio de habitantes y la situación es catastrófica”, explicó.
“La gente tiene mucho miedo. Ellos abren las fronteras un día y al otro las cierran. Hacen lo que les da la gana. La frontera con Egipto está casi destruida. Los túneles que habían antes están desvastados”, relató a Perfil.com Zakaria.
La imposibilidad de trabajar es otra de las consecuencias de esta horrible guerra en Gaza. “Acá ya no hay vida normal, no hay trabajo. Aquel que tenía tierra para sembrar o tenía una fábrica perdió todo, lo destruyeron. La tierra ya ni sirve para poder sembrar”.
