Gaza, un conflicto más grave que la crisis de los misiles de la Guerra Fría
"¿Cómo pueden las Naciones Unidas mostrarse inertes en semejante situación como la que estamos viviendo hoy? Llevo 60 años vinculado a la diplomacia, y casi nunca vi un escenario tan grave como éste en el mundo", cuestionó el excanciller brasileño Celso Amorim, asesor especial para asuntos internacionales de Lula da Silva.
27 años de cobertura en Brasil como corresponsal. Entrevistó a todos los presidentes brasileños desde 1995, salvo el último. Autora del site Brasil 7 días.
“Una catástrofe humanitaria se desarrolla delante de nuestros ojos, con miles de muertos, inclusive un número avasallador e intolerable de niños, siendo castigados por delitos que no cometieron”. Este fue el comienzo de un discurso pronunciado por el canciller brasileño Mauro Vieira, en la Asamblea General de las Naciones Unidas donde se abordó la “desesperante” situación de Gaza. Según el ministro, “en tres semanas fuimos testigos de un conflicto que costó la vida de 8.000 civiles, de los que más de 3.000 eran chicos”; y concluyó su declaración de manera casi dramática al mencionar “la perturbadora incapacidad de actuar del Consejo de Seguridad.
El viernes último, hubo una resolución de la ONU, aprobada por una mayoría de 120 votos a favor (62% de los 193 estados miembros); 14 en contra, entre ellos Estados Unidos e Israel y 45 abstenciones. En la medida, se reclama una “tregua humanitaria inmediata y duradera” para la Franja palestina, que soporta un bombardeo constante, ordenado a sus Fuerzas Armadas por el gobierno del premier Benjamín Netanyahu. En esa reunión de la semana pasada, el embajador israelí Gilad Erdan sostuvo que “este es un día que pasará a la infamia. Todos hemos sido testigos de que la ONU ya no tiene ni un ápice de legitimidad o relevancia”.
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La propuesta no es vinculante, es decir, no implica cumplimiento por parte del Estado de Israel; pero tuvo la virtud de demostrar un apoyo masivo de la Asamblea al cese del fuego. En un balance posterior del conflicto, el titular de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, sostuvo que sin “esa tregua inmediata se pondrá en juego la vida o la muerte de millones de personas”.
El canciller brasileño advirtió: “Nada justifica los crímenes” del grupo militar Hamas, que asesino a 1.200 israelíes. Y reclamó la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes secuestrados por ese grupo el 7 de octubre pasado. Pero no dejó de contraponer a ese brutal episodio “el dolor insoportable de la población civil de Gaza, donde la escalada del conflicto torna la situación más grave a cada hora que pasa”.
Su diagnóstico sobre el futuro accionar de la ONU distó de ser optimista: “Alguien escribió que no sólo los civiles se encuentran bajo los escombros de Gaza; también este organismo quedó enterrado. La diferencia es que somos nosotros nuestros propios salvadores. Solo precisamos hacer lo correcto y esto significa detener el tremendo costo en vidas inocentes de este conflicto bélico”. Sin embargo, Mauro Vieira admitió que “puede ser que aún tengamos tiempo de rescatar este Consejo de Seguridad y mantener la esperanza de nuestra fidelidad al mandato de la Carta de las Naciones Unidas. Pero eso será posible si hay voluntad política suficiente para alcanzar un compromiso equilibrado”.
Durante una conferencia en Brasilia, también este martes, el asesor especial para asuntos internacionales de Lula da Silva, el ex canciller Celso Amorim, declaró que la actual situación es “más grave que la crisis de los misiles” en 1962, cuando Estados Unidos y la ex Unión Soviética estuvieron al borde de desatar una tercera guerra mundial. Se interrogó entonces: "¿cómo pueden las Naciones Unidas mostrarse inertes en semejante situación como la que estamos viviendo hoy? Llevo 60 años vinculado a la diplomacia, y casi nunca vi un escenario tan grave como éste en el mundo”.
Se mostro, también, consistente con la postura adoptada por Brasil en relación a esta disputa al señalar que se trata “no sólo de defender al pueblo de Gaza y a los israelíes que sufrieron el ataque (del 7 de octubre), sino también defender hasta las propias Naciones Unidas. Un fracaso involucrará un costo cada vez más alto en vidas humanas, pero también para el multilateralismo en general”.
