El avión presidencial que trasladó a Betancourt y otros de los 14 rehenes rescatados en una operación militar en el sureste colombiano, tras varios años de secuestro por la guerrilla, aterrizó hace instantes en Bogotá, donde fueron recibidos con júbilo y alegría por familiares y autoridades colombianas.
"Esto es un milagro. Un orgullo para todos los colombianos. No hay antecedentes en el mundo de una operación tan perfecta", destacó Betancourt cuando habló frente al mundo entero. Y pidió a los jefes de las FARC que no haya represalias contra los guardias que los custodiaban: "A los guardias los dejamos vivos y espero que sigan así. Ellos no tienen la culpa de lo que sucedió. La operación fue perfecta".
El acto de bienvenida a los rehenes en la base donde aterrizó el avión presidencial continúa en estos momentos, en medio de lágrimas y entusiasmo. A Ingrid Betancourt se la vio abrazada con su amiga y ex compañera de fórmula a la candidatura presidencial colombiana, Clara Rojas, que fue liberada del cautiverio hace algunos meses.
Cuando le tocó hablar, Betancourt contó que el operativo fue tan perfecto que ni siquiera se habían dado cuenta que los guardias que los subieron a los helicópteros eran del Ejército colombiano. "De pronto -contó- hubo algo que sucedió y vi al comandante de las FARC que tantas veces habia sido tan cruel con todos nosotros vendado y tumbado contra el piso. El jefe de la operación dijo: somos el Ejército Nacional, están en libertad. Ahí el helicóptero casi se cae, porque saltamos, lloramos, nos abrazamos".
Así, los ex rehenes de las FARC, con lágrimas en los ojos y sonrisas evidentes, llegaron a Bogotá sanos y salvos. Algunos agradecieron al Ejército colombiano y al presidente Alvaro Uribe. "Estamos ganando la guerra. ¡Viva Colombia!", gritó otro de los rehenes liberados. Betancourt, en tanto, deseó: " La paz tiene que ser con el compromiso de que no haya más secuestrados. Sólo la unión de los colombianos nos va a llevar a eso".
En respuesta a la pregunta de un periodista, la ex candidata presidencial dijo luego no estar arrepentida de haber hecho el viaje a la localidad en que fuera secuestrada hace cinco años: "Me sentía muy culpable de haber tomado una decisión que llevó a tanto sufrimiento de mi familia, a la muerte de mi padre... Hoy en día, con la perspectiva de los años siento que era mi destino, que tenía que vivir lo que viví, que conocer lo que conocí. Saqué un PHD en conocimiento de las FARC".
"Simplemente -agregó Betancourt- voy a contestar que el día en que me secuestraron yo no quería ir a San Vicente. Mi papá había sufrido un ataque y estaba internado, pero mi campaña había sufrido un momento crítico y mi partido esperaba que esa visita diera un vuelco en mi imagen. Además, en San Vicente me estaba esperando mucha gente. Actué por compromiso, pero si hoy tuviera que volverlo a hacer... (pausa) lo volveria a hacer".
También en el marco de la improvisada conferencia de prensa que brindó a su llegada, la política señaló: " Creo que uno de los golpes más duros que se le ha dado a las FARC fuera de este operativo fue la reelección presidencial. Pienso que las FARC habían apostado a que con cada cambio de gobierno tenían un respiro y que después de un gobierno de mano duro venía uno de mano tendida, lo que les permitía reorganizarse".
A continúación, Betancourt aclaró: "Eso no quiere decir que comulgue con todo lo que Uribe, ha hecho pero creo que es un muy buen presidente... Si sigo con la ilusión de ser presidente de Colombia solo Dios sabe; en este momento sólo quiero sentirme un soldado más al servicio de Colombia".
Respecto del papel asumido por los presidentes de Venezuela y Ecuador en las negociaciones con las FARC, en tanto, declaró: "Creo que la mediación de Chávez y Rafael Correa son muy importantes, son aliados muy importantes en este proceso pero bajo un condicionante: los colombianos eligieron a Alvaro Uribe, no a las FARC. Les pido que nos ayuden a que las transformaciones en Colombia también se den por la vía democrática".