El jefe de la Asamblea Nacional, el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de cincuenta países, anunció ayer una gran gira nacional y una concentración en Caracas para conquistar el poder, que ostenta desde 2013 el gobernante Nicolás Maduro. “Vamos a venir toda Venezuela a Caracas, porque los necesitamos a todos unidos, en este momento anuncio mi recorrido por toda Venezuela para traerlos a Caracas y lograr el objetivo”, dijo en una concentración con simpatizantes en el suroeste de la capital. Y además, insistió con la posibilidad de una intervención militar extranjera, al citar el artículo 187 de la Constitución venezolana, que autoriza “el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país”.
Con el marco de una fuerte presencia policial y del caos generado por un apagón que dejó en penumbras desde el jueves a casi todo el país, miles de militantes de la oposición se congregaron en la avenida Victoria, que comunica el este con el centro de Caracas. La policía impidió la instalación de un escenario para el mitin opositor, pero luego se retiró del lugar entre aplausos de los manifestantes. Guaidó, por su parte, se subió al capó de una camioneta y habló con un megáfono. “Tenemos que ir a la toma y conquista del poder, de los espacios, como lo hicimos hoy en el municipio Libertador”, aseveró ante sus seguidores. “Anuncio mi recorrido, el de los diputados, por toda Venezuela para traerlos a Caracas”, agregó.
“¡Guaidó, amigo, el pueblo está contigo!”, cantaron las personas que acudieron al acto. El juramentado presidente encargado pidió “no ser víctimas del desespero y la frustración”, con el objetivo de mantener vivas las protestas, que paralizan Venezuela desde el 23 de enero.
“Van a venir días duros por culpa del régimen y nos van a intentar dividir. Estamos enfocados en el objetivo: el 233, el 333 y el artículo 187, cuando llegue el momento”, explicó.
El dirigente opositor reiteró que la estrategia continuará apostando a la manifestación en las calles. “Pretenden jugar al desgaste, pero ya no tienen manera de contener a un pueblo que está decidido a concretar el cese de la usurpación. Y hoy lo vamos a demostrar en las calles. Atentos”, escribió en su cuenta de Twitter. Guaidó señaló que la fecha y la hora de sus visitas a los 23 estados federales de Venezuela las anunciará con apenas horas de antelación para evitar que efectivos de Maduro le imposibiliten el tránsito.
Marcha y contramarcha. Miles de seguidores del presidente Maduro también se movilizaron ayer en Caracas, para exhibir su respaldo al gobernante, quien atribuyó el gigantesco apagón a una “guerra eléctrica” promovida por “el imperialismo estadounidense” (ver nota aparte).
En tanto, la oposición aprovechó los cortes de luz para movilizar a una población acorralada por la crisis económica, el desabastecimiento de alimentos y medicina, y una hiperinflación que este año llegaría a 10.000.000%, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). “No hay agua, no hay luz, no hay comida. Ya no aguantamos”, dijo Jorge Lugo, un habitante del barrio Santa Mónica, del sureste de Caracas, que llevaba una bandera en el cuello.
En la autopista que lleva hacia la avenida Victoria fue desplegada una veintena de vehículos antimotines blindados. Además, agentes del servicio de inteligencia vigilaban la concentración opositora. “Creen que van a meternos miedo hoy, pero se van a llevar una sorpresa de pueblo y de calle”, tuiteó más temprano Guaidó.
El apagón obligó a suspender actividades laborales y escolares. En muchos sectores del país se cortaron el suministro de agua y las redes de telefonía e internet. Según informó el diario El Nacional, habrían muerto al menos 13 personas que estaban internadas en el hospital Manuel Núñez Tovar de Maturín, en el estado de Monagas, donde no habría grupo electrógeno. El ministro de Comunicación de Maduro, Jorge Rodríguez, calificó esa información como “falsa”.
El gigantesco corte de luz, el peor que sufre el país, comenzó el jueves a las 16.53 hora local. El servicio era intermitente ayer en la capital y en los estados de Miranda y Vargas, y seguía interrumpido en Táchira, Zulia, Lara y Barinas. “El problema es la comida, había comprado carne y se va a dañar”, declaró Luis Alvarez, un transportista de 51 años que acudió a la marcha. En Caracas aún estaba suspendido el subterráneo –que moviliza a diario a unos 2 millones de personas–, lo que obligaba a la gente a emprender largas caminatas. Los comercios, por su parte, continuaban cerrados.
¿Negociación? Geoff Ramsey, un experto en Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, afirmó a The Guardian que, más allá de la pirotecnia verbal entre Maduro y Guaidó, podría haber un diálogo tras bastidores para alcanzar una transición pacífica: “Me parece que están sucediendo cosas detrás de escena. Soy más optimista de lo que era hace un mes sobre la posibilidad de algún tipo de transición negociada no violenta”.
Nuevo apagón masivo
Un nuevo corte eléctrico afectó ayer a Caracas y a varios estados de Venezuela en los que ya se había restituido el servicio eléctrico, luego de la falla del pasado jueves en la principal hidroeléctrica, que dejó sin luz a casi todo el país. Algunos reportes señalaban que varios estados, en los que ya se había restablecido el servicio luego de pasar más de treinta horas sin electricidad, volvieron a sufrir un corte cerca de las 12.00 hora local.
El servicio había estado restituyéndose de forma paulatina desde ayer en algunas entidades federales del este y centro de Venezuela, aunque más de la mitad del país suma 42 horas ininterrumpidas sin luz.
El diputado opositor Carlos Valero aseveró que “más del 80% del país” seguía a oscuras, sin ofrecer mayores detalles. Pero el dirigente chavista Héctor Rodríguez, gobernador del estado de Miranda, señaló que se generaban “fallas” porque el servicio estaba en período de prueba. “Continuamos trabajando para llegar a la totalidad del territorio”, informó.