INTERNACIONAL
DISCURSOS CONTRAPUESTOS

Hillary y Trump, los dos candidatos que profundizan la grieta en EE.UU.

Clinton está a favor del libre mercado y el intervencionismo. El republicano es proteccionista y aislacionista. Por qué son tan diferentes.

Popular. Los asalariados de bajos recursos y poca instrucción se sienten atraídos por el magnate.
| Cedoc Perfil

Aunque aún no concluyó el proceso de primarias en los Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump hablan y actúan cada vez más como los dos grandes candidatos a la presidencia. La ex secretaria de Estado supera a Bernie Sanders por un amplio margen y el empresario inmobiliario quedó solo en la carrera republicana, luego de que Ted Cruz y John Kasich suspendieran sus campañas. Los dos dirigentes representan no sólo a partidos distintos, sino que también apelan a diferentes votantes y valores en su respectivas campañas.

Hillary es parte del establishment demócrata, con una abultada carrera política en sus espaldas. Trump, en cambio, es un outsider que tiene en jaque a los jerarcas republicanos, que hicieron todo lo posible para frustrar su nominación y aún se resisten a apoyarlo. Para Carlos Waisman, profesor de la Universidad de California en San Diego, “son profundamente diferentes”. “Hillary programáticamente se ubica en el sector moderado del mainstream ideológico de su partido. Trump es lo opuesto: no sólo no representa al establishment de su partido, sino que no es realmente republicano. Se definió así hace poco tiempo y está en las antípodas en la política económica. Es un proteccionista, en un partido que hace décadas es baluarte del libre comercio”, explicó a PERFIL.

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El empresario intentó ganarse a los trabajadores norteamericanos, que temen perder su trabajo o están desempleados, con propuestas polémicas: propuso aplicar tarifas aduaneras del 45% a todas las importaciones chinas; construir un muro en la frontera con México para evitar el ingreso de ilegales –con un discurso profundamente xenófobo–; y jugueteó con la posibilidad de un default de la abultada deuda externa norteamericana. “Como los populistas latinoamericanos, cree que el proteccionismo económico es la solución. Como Hugo Chávez o Cristina Kirchner ve a la economía mundial como una amenaza, no como una oportunidad”, agregó Waisman. Ese último rasgo pareciera contradictorio en alguien que dice que Estados Unidos se convertirá en Argentina o Venezuela si no es electo, pero en el mundo Trump, cualquier pirueta discursiva es posible.

Política exterior. Durante sus años al frente de la Secretaría de Estado, Hillary se destacó como una ferviente intervencionista. Junto a la embajadora ante la ONU, Samantha Power, aconsejó a Barack Obama intervenir en Libia para derrocar a Muamar Kadafi, con el apoyo del Reino Unido y Francia. En política comercial, se espera que la ex primera dama impulse tratados de libre comercio en todo el globo, como el frustrado ALCA, una iniciativa que el gobierno de su esposo, Bill Clinton, ideó en los 90 para América Latina.

En cambio, Trump tiene un discurso aislacionista. Le recomendó a los británicos votar a favor del Brexit, criticó la política comercial con China y la mudanza a México de fábricas norteamericanas. En relación con EI, el magnate advirtió que “tiene los días contados”. “La política exterior de Trump es impredecible. Quién sabe qué locuras hará. Hillary comprende mucho más la situación política y económica mundial”, opinó Waisman.

Militantes. Clinton es muy popular entre los votantes afroamericanos, latinos y mujeres. Trump, por su parte, tiene un profundo magnetismo con los trabajadores blancos, especialmente aquellos de bajos ingresos y poca instrucción que descreen de la política tradicional. Esa base de apoyo no le alcanzaría para ganar las elecciones generales. Según los últimos sondeos, si las elecciones fuesen hoy Hillary vencería fácilmente a su competidor, con 347 delegados en el colegio electoral, frente a 191 del republicano. Trump sólo se impondría si sube un 10% en los sondeos en cada estado, algo difícil, pero no imposible