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“Hoy es un buen día para el pueblo iraní”, dijo el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, al enterarse de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) había aprobado la entrada en vigor del histórico acuerdo nuclear y que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) habían levantado las sanciones económicas que tenía Teherán. El funcionario afirmó también que se trata de un buen día “para la región y el mundo”.
“Irán finalizó las etapas de reparación necesarias para la entrada en vigencia del acuerdo concluido el 14 de julio de 2015”, declaró el secretario general de la agencia de la ONU, Yukiya Amano, en un comunicado dado a conocer ayer en Viena, donde los jefes de las diplomacias iraní, europea y estadounidense se reunieron para unas últimas discusiones.
De esta manera, se selló una nueva relación diplomática entre Occidente e Irán, tras culminar las arduas negociaciones sobre el Programa Nuclear Iraní. En particular, se abrió un nuevo capítulo en el vínculo entre los Estados Unidos y Teherán, quienes también acordaron ayer el intercambio de prisioneros.
Con este resultado, la comunidad internacional se aseguró que Irán no obtenga una bomba atómica. La Agencia Internacional de Energía Atómica confirmó ayer que los iraníes respetaron los compromisos internacionales alcanzados un año atrás. La República Islámica siempre negó buscar el desarrollo nuclear con objetivos bélicos, por el contrario, manifestó sus intenciones de explorar para fines civiles y pacíficos.
Bruselas y Washington anunciaron que levantarán las sanciones internacionales, que deprimieron la economía iraní.
Diplomacia. El acuerdo de Viena, negociado por Irán y las grandes potencias del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania), es considerado un gran éxito diplomático para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y para su homólogo iraní, el moderado Hasan Rohani. Es el camino hacia la reconciliación entre Washington y Teherán, tras 35 años de ruptura de sus relaciones diplomáticas.
Sin embargo, este acercamiento irano-estadounidense puede preocupar y crispar a los tradicionales aliados de Washington en la región, Israel y la sunnita Arabia Saudita, quienes temen la influencia de Irán, la gran potencia chiíta en la zona.
Intercambio de prisioneros. Luego de que los principales artífices del acuerdo nuclear iraní, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su homólogo iraní, Zarif, sellaran con éxito las negociaciones en Viena, acordaron la liberación de presos: la Casa Blanca liberó a siete de los doce iraníes que estaban detrás de las rejas en Washington; y, por su parte, Irán liberó a cuatro prisioneros irano-estadounisenses. Entre ellos, se encuentra el corresponsal de The Washington Post, Jason Rezaian, detenido en julio de 2014 y sobre quien pesaban cargos de espionaje. Los otros favorecidos con la medida son el pastor Said Abedini y el ex marine Amir Mirzai Hekmati.