Varias ciudades de Holanda fueron escenario este lunes, y por segunda noche consecutiva, de disturbios que los políticos locales caracterizaron como si de una "guerra civil" se tratase. Las protestas se dieron tras la imposición de un toque de queda para luchar contra la pandemia de coronavirus.
Los incidentes fueron registrados en Ámsterdam, Eindhoven, La Haya, Breda, Arnhem, Tilbourg, Enschede, Appeldoorn, Venlo y Ruremond. La policía antidisturbios se enfrentó a grupos de manifestantes mediante el uso de cañones de agua y gases lacrimógenos.
En imágenes publicadas en redes sociales, grupos de alborotadores podían ser vistos saqueando tiendas y hasta hiriendo de gravedad a un fotorreportero tras lanzarle ladrillo en la cabeza.
Acto seguido, los alcaldes de dichas ciudades introdujeron medidas de emergencia para intentar evitar más altercados. de esta manera, las fuerzas de seguridad lograron detener a más de 250 personas.
Declaraciones sobre los disturbios
El sábado pasado entró en vigor en Holanda el primer toque de queda en el país desde la Segunda Guerra Mundial, en el marco de la lucha contra la pandemia del Covid-19. El mismo estará vigente hasta al menos el 9 de febrero.
Luego de los incidentes que tuvieron lugar tras el anuncio, el alcalde de la ciudad de Eindhoven, John Jorritsma, describió a quienes violaron las normas restrictivas como "la escoria de la Tierra". Asimismo, reconoció: "Temo que si seguimos por ese camino vayamos rumbo a una guerra civil".
En la misma línea, el primer ministro holandés, Mark Rutte, condenó la proliferación de protestas y manifestaciones durante aquel fin de semana y en el presente lunes. "Esto no tiene nada que ver con la protesta, es violencia criminal y la trataremos como tal" reconoció ante los medios locales.
JFG / DS