El horror de la guerra se magnificó esta semana en las salas del hospital militar de Zaporiyia, que recibió una cantidad creciente de heridos con presuntos signos de tortura. Las tropas rusas "amputan los pies", denunciaron las víctimas que llegaron a la guardia. Sus lesiones y traumatismos son atendidos por el equipo de enfermeras, médicos y psicólogos de la institución.
"Las heridas psicológicas", introduce Fedor, psicólogo del hospital militar, "son las más difíciles de curar, incluso más que las físicas". También se refirió a la situación traumática de quienes viven "bajo los bombardeos", según difundió la agencia Ansa Latina.
"Los que están en la primera línea del campo de batalla llegan aquí en estado de agitación, y algunos sufren de psicosis". El especialista asegura que en ciertos casos puntuales es necesario suministrar fármacos para reducir el impacto psíquico.
Los factores de mayor daño psicológico en los soldados son "la muerte de amigos" y "estar constantemente bajo los proyectiles de artillería", describe el psicólogo del hospital de campaña.
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Los civiles, otro de los blancos de las tropas rusas
El hospital militar atiende de forma diaria a grupos de población civil afectada por un conflicto que se extiende desde el 24 de febrero.
"Un niño de 11 años llegó aquí en estado grave, le habían disparado en la cara cuando huía de Mariupol", sostuvo el responsable de prensa de la institución, citado por Ansa Latina.
El mismo medio advierte que los pacientes de otras habitaciones no quieren brindar testimonios.
El responsable de prensa se explayó en otros casos de tortura: "Hace un tiempo llegó aquí un soldado sin pies, se los habían amputado. Había sido capturado por los invasores. Logró escapar porque hubo un intercambio de prisioneros. Hasta que lo soltaron, viajaba con la cabeza tapada para que no viera el camino".
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Otro de los trabajadores de la institución describió el estado de extremo cansancio y estrés resultantes del estado de emergencia continuo del hospital: "Estamos cansados, trabajamos todo el día, todos los días desde que empezó esta maldita guerra", detalló.
"Los heridos llegan todo el tiempo, les damos primeros auxilios y los que necesitan hospitalización prolongada son trasladados a otros hospitales", amplió el asistente de primeros auxilios.
La doctora Jana Ishyuk recordó cuando intervino "por primera vez" en una operación dentro del contexto de guerra: "Fue chocante al principio. Nunca olvidaré al primer paciente lesionado que traté, pero tenemos que dejar las emociones a un lado y hacer nuestro trabajo", indicó la profesional.
CA / ED