Feroces combates entre fuerzas rusas y ucranianas estallaron ayer en el este de Ucrania, que acabaron con las esperanzas de una tregua con ocasión de la Pascua ortodoxa, como habían pedido la ONU y la Unión Europea, entre otros.
La presidencia ucraniana indicó igualmente que al menos seis personas murieron, entre ellas un niño de 6 años, y 18 resultaron heridas en bombardeos rusos contra la ciudad de Odesa, en el sur del país. “Esta guerra comenzó cuando este bebé tenía un mes de edad. ¿Pueden imaginarse lo que está pasando? Son bastardos, no tengo ninguna otra palabra, solo bastardos”, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El sur y el este de Ucrania se han convertido en blancos de la ofensiva rusa, que hoy cumple dos meses. Durante este período, más de cinco millones de ucranianos han dejado el país y siete millones se han convertido en desplazados internos, el mayor éxodo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
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El ejército ruso anunció ayer que realizó 1.098 ataques con artillería y cohetes en las últimas 24 horas.
“Están bombardeando literalmente todo, todo el tiempo”, escribió el gobernador de la región oriental de Lugansk, Sergei Gaidai, en Telegram.
Gaidai dio parte de dos muertos y dos heridos en Zolote, en el sureste, tras disparos con artillería rusa, y pidió a las personas que viven cerca de la línea de frente “evacuar el lugar, si tienen la oportunidad”.
El gobernador de la región oriental de Járkov, Oleg Sinegubov, aseguró en Telegram que las fuerzas ucranianas retomaron tres pueblos cerca de la frontera rusa después de “feroces batallas”.
El subcomandante de las fuerzas del distrito militar del centro de Rusia, Rustam Minnekayev, dijo el viernes que “la segunda fase de la operación especial” –como Moscú denomina a la invasión– se propone “establecer un control total sobre el Dombás y el sur de Ucrania”.
"Están bombardeando todo, todo el tiempo", dijo el gobernador de Lugansk
De ese modo, agregó, se establecería “un corredor terrestre” entre los territorios separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk, en la región oriental del Dombás, con la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
La conquista del sur de Ucrania permitiría además ayudar a los separatistas de la región moldava de Transnistria, “donde también observamos casos de opresión de la población de habla rusa”, afirmó el oficial, levantando la protesta de Moldavia.
Corredores humanitarios. Mariupol ha sido un objetivo ruso clave desde que comenzó la invasión el 24 de febrero, y su importancia para Moscú fue creciendo durante la guerra. Completar su captura le daría a Rusia su mayor victoria hasta el momento, después de que un asedio de casi dos meses redujo gran parte de la ciudad a ruinas. Privaría a los ucranianos de un puerto vital, liberaría a las tropas rusas para luchar en otros lugares y establecería un corredor terrestre hacia la península de Crimea, que Moscú se apoderó en 2014. Los separatistas respaldados por Rusia controlan partes del Dombás.
En este puerto estratégico del sureste de Ucrania, las autoridades volvieron a intentar ayer, sin éxito, evacuar a los civiles, porque lo impidieron las tropas rusas que controlan gran parte de la ciudad.
Se cree que más de 100 mil personas, de las 430 mil que vivían en la ciudad antes de la guerra, permanecen en Mariupol con escasez de alimentos, agua o calefacción, según las autoridades ucranianas, que estiman que en la ciudad durante el bloqueo ruso.
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Según un funcionario de la alcaldía, Petro Andryushchenko, unos 200 habitantes de Mariupol acudieron ayer al lugar desde el cual debían ser evacuados, pero fueron “dispersados” por los militares rusos. Algunos de ellos, agregó, fueron obligados a subir a autobuses que los llevaron hacia Dokuchaievsk, una localidad ocupada por Rusia, 80 kilómetros al norte de Mariupol.
“La gente no tenía derecho de salir de los autobuses”, reportó, precisando que los rusos atribuyeron el cambio de itinerario “a disparos de nacionalistas ucranianos en la zona. “Una vez más, los rusos han impedido una evacuación”, fustigó Andryushchenko.
Después de casi dos meses de asedio y bombardeos, gran parte de Mariupol, un estratégico puerto industrial del mar de Azov, fue ocupado por las tropas rusas, pero soldados ucranianos permanecen atrincherados en los kilométricos túneles de la planta siderúrgica de Azovstal.
Moscú aseguró el jueves haber “liberado” Mariupol, que es fundamental para sus planes.
En una llamada telefónica con Putin, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió que se autorice el acceso de ayuda humanitaria a Mariupol, devastada por semanas de bombardeos, en ocasión de la Pascua ortodoxa. Pero el Kremlin aseguró que Kiev no permite la rendición de los últimos soldados ucranianos, atrincherados en Azovstal.
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Un asesor presidencial ucraniano, Oleksiy Arestovich, dijo ayer que las fuerzas rusas habían reanudado los ataques aéreos contra esas instalaciones. “Pero nuestros defensores aguantan a pesar de la situación tan difícil e incluso realizan contraataques”, aseguró.
El gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kirilenko, advirtió que “el éxito de la ofensiva rusa en el sur depende del destino de Mariupol”.
La firma estadounidense de imágenes por satélite Maxar Technologies difundió el viernes fotografías que, según afirma, muestran dos grandes fosas comunes en las localidades de Manhush y Vynohradne, en la región de Mariupol. Ese mismo día, la ONU advirtió de posibles “crímenes de guerra” rusos en Ucrania. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, viajará la próxima semana a Moscú y a Kiev.
Armas occidentales
El ejército ruso afirmó ayer que bombardeó con “misiles de alta precisión” un importante arsenal cerca de Odesa donde el gobierno ucraniano almacenaba armas entregadas por los países occidentales.
“Las fuerzas armadas rusas neutralizaron hoy con misiles de alta precisión y largo alcance un terminal logístico en un aeródromo militar cerca de Odesa, donde se almacenaban grandes cantidades de armas extranjeras entregadas por Estados Unidos y los países europeos”, indicó el ejército ruso en un comunicado.
En total, los misiles rusos alcanzaron ayer 22 instalaciones militares ucranianas, incluyendo tres depósitos de armas y municiones cerca de Ilyichovka y Kramatorsk (este), que fueron destruidos, dijo el ministerio.
Además, la aviación rusa realizó ataques aéreos contra 79 instalaciones militares ucranianas, apuntando a 16 arsenales de artillería y combustible, según la misma fuente.