El ejército de Rusia cometió crímenes de guerra al atacar a civiles, según un informe de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
La investigación, que se centró en las primeras cinco semanas de la guerra, examinó las denuncias de asesinatos y secuestros selectivos y examinó el impacto de los ataques. Calificó el ataque de Rusia a la ciudad portuaria de Mariúpol como un “ejemplo extremo”.
“Tomado en su conjunto, el informe documenta el catálogo de actos inhumanos perpetrados por las fuerzas rusas en Ucrania”, dijo el miércoles Michael Carpenter, embajador de Estados Unidos ante la OSCE. “Esto incluye evidencia de ataques directos a civiles, ataques a instalaciones médicas, violaciones, ejecuciones, saqueos y deportaciones forzadas de civiles a Rusia”.
El informe proporciona el indicador más reciente de la indignación internacional después de que el presidente Vladímir Putin dio inicio a la invasión de Ucrania el 24 de febrero. También ejercerá más presión sobre los Gobiernos occidentales para que reaccionen a las súplicas de Kiev para proporcionar más armas y sanciones más duras contra Moscú.
Los investigadores de la OSCE encontraron pruebas creíbles de crímenes de guerra por violar los derechos humanos fundamentales, incluido el derecho a la vida, la prohibición de la tortura y otros tratos degradantes. Las transgresiones ocurrieron principalmente en áreas bajo el control efectivo de Rusia.
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También encontró múltiples violaciones en la conducta de las fuerzas rusas, incluido el uso desproporcionado de algunos tipos de armas, como bombas de racimo y municiones con un gran radio de explosión, que provocaron la muerte de civiles y la destrucción de bienes civiles en una escala que no está justificada militarmente.
La misión de expertos de la OSCE también encontró algunas irregularidades en el trato de los prisioneros de guerra por parte de las fuerzas ucranianas. Las violaciones cometidas por Rusia, sin embargo, son mucho mayores en escala y naturaleza, y el informe dice que algunas acciones podrían constituir crímenes contra la humanidad.
La investigación dice que las sugerencias rusas de que la destrucción de algunos bienes civiles fue causada por el ejército de Ucrania carecían de fundamento, mientras que algunos ataques eran claramente atribuibles a Rusia según la evidencia, incluidos los ángulos de ataque y las municiones utilizadas.
El informe analizó de cerca el ataque del 9 de marzo al hospital de maternidad de Mariúpol y concluyó que fue destruido a propósito.
“Según las explicaciones rusas, el ataque debe haber sido deliberado”, dice el informe. “Este ataque, por lo tanto, constituye una clara violación del derecho internacional humanitario y sus responsables han cometido un crimen de guerra”.
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La investigación de la OSCE comenzó en marzo después de las solicitudes de 45 estados miembros, incluida Ucrania. Rusia se negó a nombrar un enlace para la investigación, lo que limitó la versión del Kremlin de los incidentes a fuentes y declaraciones públicas.
En el período de tiempo de la investigación, la OSCE encontró solo un número limitado de casos en los que las fuerzas rusas atacaron directamente a los civiles, pero el informe señala que las denuncias recibidas después del final de la investigación, incluidas las ejecuciones de civiles en Bucha, constituirían un gran crimen de guerra y un crimen contra la humanidad.
“Tal evento merece y requiere una investigación internacional seria”, dijo el informe.