Hace 70 años, el 1 de septiembre de 1939, el acorazado alemán Schleswig-Holstein disparó en Polonia los primeros cañonazos de la Segunda Guerra Mundial (Ver infografía) y cubrió de fuego la base polaca de Westerplatte, cerca de Gdansk. El ataque marcó el inicio de una guerra que se cobró la vida de al menos 50 millones de personas en todo el mundo, cerca de seis millones de ellas en Polonia.
"Polonia insiste en que el 1 de septiembre de 1939 siga grabado en la memoria como fecha del inicio del mayor cataclismo del siglo XX, ligado a la agresión de Alemania, y de la Rusia soviética, contra Polonia", declaró el jefe del gobierno polaco, Donald Tusk.
El martes, una veintena de jefes de gobierno asistirán a la conmemoración de este aniversario a los pies de un monumento dedicado a los defensores de Westerplatte. Entre los invitados se encuentran la canciller alemana Angela Merkel y los primeros ministros ruso Vladimir Putin, francés François Fillon, italiano Silvio Berlusconi, ucraniana Yulia Timochenko y sueco Fredrik Reinfeld, también presidente en ejercicio de la Unión Europea (UE).
La administración estadounidense estará representada por el ex secretario de Defensa William Perry y el consejero para la Seguridad Nacional, James Jones. El nivel poco elevado de la delegación estadounidense ha provocado comentarios amargos en Polonia. La presencia de Angela Merkel y Vladimir Putin es la que levanta más expectación, dado que las interpretaciones históricas de la guerra discrepan en los tres países.
A medida que se acercaba la fecha del aniversario, los medios polacos se han hecho eco de un número de declaraciones de historiadores rusos que acusan a Polonia de haber pactado en los años 1930 con Hitler y que otorgan a Varsovia parte de la responsabilidad del desencadenamiento del conflicto. El Servicio ruso de Inteligencia Exterior (SVR) anunció la publicación próximamente de "documentos inéditos" sobre la política polaca entre 1935 y 1945, con, entre otros, "planes secretos" de Varsovia en vísperas de la guerra.
Un proyecto de monumento en Berlín en homenaje a los desplazados en Europa tras 1945 levanta temores en Polonia de que se pongan en pie de igualdad los sufrimientos de las víctimas del nazismo y los de los alemanes expulsados de los países de Europa central después de la guerra. Varios millones de alemanas tuvieron que huir de los territorios atribuidos a Polonia por las potencias aliadas a cambio de los territorios orientales de los que se acaparó la URSS. Millones de polacos también fueron víctimas de estas modificaciones de fronteras.
Tras haber logrado anexionar, sin un solo disparo, Austria en marzo en 1938 y luego los territorios del oeste de la entonces Checoslovaquia, Adolf Hitler exigió a Polonia un paso, el llamado corredor de Dantzig (Gdansk en polaco), entre Prusia Oriental y el resto de Alemania, una exigencia rechazada por Varsovia. El 1 de septiembre de 1939, sin declaración de guerra formal, el ejército alemán atacó Polonia. La Unión Soviética invadió el este de Polonia 17 días después, en virtud de una cláusula secreta del pacto germano-soviético del 23 de agosto de 1939.
El recuerdo de la Segunda Guerra Mundial sigue especialmente vivo en Polonia. Entre 5,6 y 5,8 millones de ciudadanos polacos, entre los cuales unos 3 millones de judíos, murieron durante el conflicto, según los cálculos recientes de historiadores polacos.
Fuente: AFP.
Infografía: EFE.