Washington.- Mientras el tono de los dos aspirantes demócratas a la Casa Blanca se torna cada vez más áspero, los electores del estado de Pensilvania tienen hoy la oportunidad de definir el juego.
Barack Obama enfrenta hoy una derrota casi segura -las encuestas le dan a Hillary Clinton una ventaja de entre el 6 y el 10%-, pero su performance hasta la fecha le permite llegar a las internas de Pensilvania con cierto margen de maniobra. Aunque cuenta con una ajustada ventaja de 160 delegados sobre su rival, varios analistas sostienen que será suficiente para convertirse en el candidato demócrata.
La cuestión es cuándo. Un artículo del New York Times titulado "En Pensilvania, ¿qué constituye una victoria?", el periodista Adam Nagourney sostiene que si la ventaja que obtiene Hillary no supera el 10%, implica una victoria automática para Obama (aunque la senadora por Nueva York no esté dispuesta a admitirlo todavía).
Por el contrario, si la ex primera dama logra imponerse con un porcentaje superior al 10%, tendrá aire por algunas semanas más, aunque el triunfo de Obama en las internas ya esté casi determinado.
Ambos rivales bombardearon en los últimos días las cadenas de televisión con virulentos avisos de campaña, sin dudar en ahondar las divisiones entre los demócratas. Hillary Clinton lanzó ayer un nuevo aviso de campaña en el que se ven imágenes del ataque japonés a Pearl Harbor, de la crisis de los misiles en Cuba en 1962 y de Osama bin Laden.
"Es el oficio más difícil del mundo", y "debemos estar dispuestos a todo", se lee en el aviso televisado de unos treinta segundos. En otra leyenda se retoma la célebre fórmula del ex presidente Harry Truman: "Si alguien no soporta el calor, que se vaya de la cocina". "¨Quién, según ustedes, reúne el perfil?", pregunta la voz unos segundos antes de que aparezca la imagen de la senadora Clinton.
Tras un debate televisado la semana pasada, en el que Obama se quejó de la agresividad de su rival, Clinton replicó que eso no era nada comparado con lo que le aguardaba frente a los republicanos en caso de ser el candidato demócrata. Agregó que para ser presidente había que tener nervios de acero.
El portavoz de Obama, Bill Burton, dijo que Clinton había votado la autorización solicitada por el presidente George W. Bush para ir a la guerra en Irak, y que era "paradójico que pida prestadas las tácticas del presidente para su propia campaña y que invoque a Bin Laden para alcanzar objetivos políticos". "Ya tenemos a un presidente que apuesta a la política del miedo, y no necesitamos otro", añadió Obama.
Ayer, el cineasta Michael Moore dio su apoyo a Obama y se dijo "asqueado" por el tono negativo de la campaña de Clinton que, según él, intenta "atemorizar a los electores blancos".
Sondeos publicados ayer le otorgan a la ex primera dama una ventaja de entre 6 y 10 puntos de intención de voto en Pensilvania. Hace algunas semanas, tenía una ventaja de 20 puntos en ese estado, de votantes mayoritariamente blancos, de mayor edad y menor nivel educativo que la media nacional, que suelen estar más inclinados a votar por la senadora por Nueva York.