Irán amenazó ayer con una venganza “en el lugar y el momento apropiados”, tras el asesinato en Bagdad de su poderoso general Qasem Soleimani, víctima de un bombardeo ordenado por Donald Trump. El ataque disparó la tensión en Medio Oriente ante el temor de una escalada entre Teherán y Washington, en el momento de mayor tensión desde la Revolución Islámica y la toma de rehenes en la Embajada de Estados Unidos en Teherán en 1979.
El líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei, reaccionó con dureza tras visitar a la familia de Soleimani. “Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general y de otros mártires deben esperar una dura venganza”, declaró en un comunicado, en el que llamó a “todos los devotos de la Resistencia a convertirse en sus vengadores”.
Soleimani, jefe del cuerpo de élite Al Quds, encargado de los operativos en el exterior de los Guardianes de la Revolución, murió al ser alcanzado por el disparo de un dron en las afueras del aeropuerto internacional de Bagdad. En el ataque también fue asesinado Mehdi al Muhandis, número dos de las Fuerzas de Movilización Popular y líder del Hezbollah iraquí, una milicia paramilitar pro iraní que organizó el ataque a la embajada de Estados Unidos en Irak, el martes y miércoles pasado.
Jamenei nombró ayer a un sustituto de Soleimani al frente de Al Quds, el brigadier general Esmail Qaani. Soleimani era un “glorioso general” y el ataque estadounidense, en el que murieron otras ocho personas, tendrá represalias, advirtió el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán. “Estados Unidos debe saber que su ataque criminal contra el general Soleimani ha sido su peor error y no escapará fácilmente de las consecuencias de este cálculo erróneo”, advirtió el gobierno de Teherán.
El provocador tuit de Trump y las quejas del Congreso por el asesinato de Soleimani
El presidente iraní, Hasan Rohaní, también transmitió su sed de venganza. “La bandera de la dignidad y firmeza de ese gran mártir permanecerá izada por la gran cantidad de soldados islámicos y continuará con más fuerza el glorioso camino del sacrificio y la resistencia”, aseveró. El ministro de Defensa, Amir Hatami, también amenazó a Estados Unidos: “Nos vengaremos severamente de todos los agentes y perpetradores detrás del asesinato”.
Decenas de miles de iraníes salieron a las calles en diferentes ciudades del país en protesta contra Estados Unidos. Las manifestaciones unieron a reformistas y conservadores. Después de las multitudinarias protestas, una muchedumbre se congregó en la puerta de la oficina de Naciones Unidas. “Nuestro lema es una palabra, venganza, venganza”, gritaron. Jamenei declaró tres días de duelo en Irán y envió sus condolencias a la esposa y los hijos de Soleimani.
Se trata de “la operación de decapitación más grande jamás llevada a cabo por Estados Unidos, más que las que mataron a Abu Bakr al-Baghdadi y Osama bin Laden, jefes de Estado Islámico (EI) y de Al Qaeda”, afirmó Phillip Smyth, investigador del Washington Institute.
Escalada. Soleimani era coordinador e ideólogo de los grupos chiitas de Medio Oriente aliados a Irán. Entre sus brazos armados figuraban Hezbollah en El Líbano, los rebeldes hutíes en Yemen y grupos paramilitares en Siria, que combatían contra Estado Islámico. En Irak, en tanto, dirigía milicias pro iraníes que organizaron esta semana el ataque a la embajada de Estados Unidos en Bagdad.
Estados Unidos se adjudicó el ataque mortal contra el general iraní Soleimani
Su asesinato generó un temor generalizado a una escalada de la tensión con consecuencias difíciles de predecir.
Hasan Nasralá, líder de Hezbollah, dijo que habrá una retaliación. Los rebeldes hutíes, por su parte, amenazaron con una “respuesta rápida y directa” contra Estados Unidos.
Comunidad internacional. Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Rusia, Vladimir Putin, alertaron que la acción de Estados Unidos “puede agravar seriamente la situación” en Oriente Medio. Moscú dio un paso más allá al calificar el ataque como “corto de miras” y con “consecuencias muy negativas para todo el sistema de seguridad internacional”.
Por su parte, el gobierno del Reino Unido instó a “todas las partes” a rebajar la tensión, pues “un conflicto mayor no es de nuestro interés”, mientras que Italia pidió que haya una distensión en la región.
“El mundo no puede permitirse otra guerra en el golfo Pérsico”, alertó el secretario general de las Naciones Unidas António Guterres, que consideró que “este es un momento en el que los líderes del mundo deben ejercer la máxima contención”.
Israel en alerta (Agencias)
Israel tomó ayer medidas para protegerse de una posible represalia en su contra tras el bombardeo estadounidense que causó la muerte del general iraní Qasem Soleimani, comandante de la fuerza Al Quds. El ejército israelí informó que decidió cerrar el Monte Hermón, en los Altos del Golán.
El Monte Hermón fue objetivo de lanzamientos de proyectiles desde Siria en el pasado y se encuentra a escasos kilómetros de la frontera con el Líbano.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó que el mandatario adelantó su regreso de Grecia, donde inicialmente iba a permanecer hasta mañana tras firmar ayer un importante acuerdo para un gasoducto con Atenas y Chipre.
“Israel apoya a Estados Unidos en su lucha por paz, seguridad y defensa propia”, afirmó el premier. Además, Netanyahu se refirió a Soleimani como el “responsable por la muerte de ciudadanos estadounidenses y mucha otra gente inocente” y “estaba planificando más ataques”.