Italia busca salir de la crisis política que atraviesa tras la renuncia del primer ministro Romano Prodi y el presidente Giorgio Napolitano inició las consultas para llegar a una solución. Mientras que el ex primer ministro y líder opositor Silvio Berlusconi quiere un llamado anticipado a elecciones, el propio jefe de Estado y los sectores de centroizquierda pretenden la formación de un gobierno de transición y una reforma electoral.
El alcalde de Roma y líder de la formación política de reciente creación que agrupa el centroizquierda, Walter Veltroni, pidió que se forme un gobierno de transición. Pero Berlusconi instó al presidente italiano para que convoque a elecciones anticipadas a partir de marzo.
Napolitano prosiguió hoy con las consultas para la búsqueda de una solución. El jefe de Estado se había manifestado en varias ocasiones partidario de un gobierno de transición que facilitara la gobernabilidad del país con una reforma de la ley electoral.
Por su parte, el ex primer ministro Berlusconi, de 71 años, dijo en declaraciones que este sábado publica el diario de Turín La Stampa: "Yo quiero estar tres años, modernizar Italia y luego dar el testigo a un Gordon Brown".
El político conservador y acaudalado empresario está confiado en la victoria en las urnas y convencido del "sueño de ser el Tony Blair italiano". El ex premier británico cedió hace unos meses el cargo a Brown. La primera promesa electoral que anunció Berlusconi fue la erradicación del impuesto inmobiliario municipal.
El viernes Napolitano inició el maratón de consultas reuniéndose con los presidentes de las dos cámaras del parlamento. Hasta el martes por la tarde continuará entrevistándose con representantes de los 17 partidos y grupos en el parlamento.
Se espera para mediados de la próxima semana que comunique su decisión de adelantar las elecciones o solicitar la formación de un gobierno de transición.
Prodi tuvo que presentar su dimisión al dejar de contar su gobierno de centro izquiera con la mayoría en el Parlamento. La actual legislatura expira en 2011. Hasta el momento, Prodi sigue en el cargo pero no quiere encabezar ningún gobierno de transición.
