INTERNACIONAL
precandidato republicano

Jeb, un Bush que habla español, es católico y sueña con la Casa Blanca

Es una de las mejores alternativas de la oposición republicana para conquistar los cada vez más cruciales votos hispanos. Está casado con una mexicana y retuitea al Papa.

Juntos. Con su esposa, Columba –mexicana–, por quien se convirtió al catolicismo hace veinte años.
| Cedoc

Dicen que una persona, por amor, puede hacer cualquier cosa. Jeb Bush –cuyo nombre se construye con las iniciales de los tres nombres con los que fue anotado al llegar al mundo: John Ellis Bush– comenzó su viaje al catolicismo en México como estudiante de intercambio. Allí se enamoró de su futura esposa, Columba Garnica Gallo, por quien luego dejaría el tradicional protestantismo de los Bush.
A este republicano hijo y hermano de ex presidentes protestantes se lo presenta, junto a la demócrata Hillary Clinton, como uno de los mejor posicionados para las presidenciales de 2016. De ser elegido, podría llegar a convertirse en el segundo presidente católico de la historia de Estados Unidos, luego de John F. Kennedy. Algunos especialistas dicen que sus puntos fuertes como candidato son la educación y la inmigración, ya que a partir de su particular matrimonio habla fluido español y su religión lo vuelve aun más llamativo.

Se habla español. Miguel Angel Benedicto, el socio-director de Gobernas Consulting, dialogó con PERFIL, y reconoció que “Jeb es capaz de conectar con el segmento hispano del electorado, cada vez más decisivo en las presidenciales, y con el que el Partido Republicano tiene dificultades para conectar” debido a “su entorno familiar, su esposa mexicana y su perfecto español, que incluso habla en su casa”.
Gobernador de Florida desde 1998 hasta 2007, después de atravesar una mala campaña y una crisis en su pareja, hace veinte años, decidió convertirse a la religión de su mujer. Ahora, a veces lleva un rosario en el bolsillo y manipula sus cuentas en los momentos de crisis. También suele retuitear al papa Francisco y es miembro de los Caballeros de Colón, una sociedad masculina que apoya proyectos católicos.
“Mi esposa es católica y siempre fue a misa, por lo que fue mi motivación principal”, escribió en un correo electrónico a un estudiante de Texas que trabajaba en un proyecto sobre famosos católicos estadounidenses.

Padre de tres hijos católicos, siempre se mostró contrario al aborto, y con respecto al matrimonio entre personas del mismo género declaró que su posición es la misma que la del papa argentino, que tiene una popularidad del 90% en Estados Unidos.
Algunos periodistas lo califican como “moderado” y “pragmático”, un “hombre del establishment” al que tal vez le cueste conquistar a la estructura de su partido y se vea forzado a moverse más hacia la derecha.
“Al igual que su padre y su hermano, su discurso se ha basado en la moderación del tono. Tiene mucha sustancia acerca de negocios, pero aun más sobre educación. Aunque desde los sindicatos se lo ha criticado por menoscabar el sistema de educación público”, agrega Benedicto.
Jeb tendría una contra: su apellido. “Por la herencia de George W.: crisis económica y guerras sin victoria en Irak y Afganistán”, concluye.

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