El exvicepresidente de Estados Unidos Joe Biden se encuentra un poco más cerca de competir con Donald Trump por la presidencia después de alzarse con la victoria en las primarias celebradas este martes en Illinois, Florida y Arizona, los tres estados en juego en esta jornada electoral. El precandidato demócrata ya cuenta con un total de 912 delegados, pese a que el estado de Ohio, que también debía celebrar sus primarias, las pospuso hasta el 2 de junio por la pandemia del coronavirus.
En Illinois, donde hay en disputa 155 delegados, el precandidato demócrata logró un 59,1 por ciento de los votos, mientras que su principal rival, el senador por Vermont Bernie Sanders, obtuvo el 36,1 por ciento de los apoyos, según las proyecciones de la CNN. Por su parte, en Florida, el exvicepresidente consiguió el 61,7 por ciento de los sufragios, mientras que Sanders logró el 22,9 por ciento. En Florida se reparten 215 delegados. Por último, en Arizona, que distribuye 67 delegados, Biden ha ganado el 42,4 por ciento de los votos, frente a un Sanders que ha logrado el 29,5 por ciento de los apoyos.
En un discurso dedicado en gran medida a la crisis del covid-19, el exvicepresidente estadounidense dijo que quería "unir al partido" después de "una muy buena noche" y tuvo palabras para sus jóvenes seguidores: "Los escucho, sé lo que está en juego, ¡sé lo que tenemos que hacer!". "Sanders y yo no coincidimos en la táctica, pero compartimos la misma visión: proveer salud pública accesible para todos los estadounidenses, reducir la desigualdad de ingresos que ha aumentado tan drásticamente, y enfrentar la amenaza existencial de nuestro tiempo, el cambio climático", aseguró.
A pesar de un comienzo difícil, Biden impulsó su candidatura a partir de finales de febrero y su ventaja parece inalcanzable para ser el candidato demócrata en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. "La presión va a ser enorme para que (Sanders) abandone la carrera, porque se acabó", dijo el exasesor de Barack Obama y analista demócrata David Axelrod en CNN.
Biden, de 77 años, resurgió de forma espectacular al reunir el apoyo del ala moderada, incluidos varios excandidatos presidenciales y funcionarios electos influyentes que lo ven como el mejor candidato para "vencer a Donald Trump", el objetivo número uno de los votantes demócratas. Su principal contrincante, Bernie Sanders, de 78 años, admite que no logró convencer al electorado sobre su capacidad para evitar la reelección de Trump.
Biden, con un mensaje más moderado, insiste en que los estadounidenses "quieren resultados, no una revolución", en referencia a la "revolución política" defendida por su adversario, un autoproclamado socialista. Pero en una llamada al sector más progresista del partido, el exvicepresidente anunció este fin de semana que adoptará dos propuestas, una de Sanders sobre el alivio de la deuda de los estudiantes y otra de una exrival, la senadora Elizabeth Warren, sobre la protección a los estadounidenses de los acreedores que "abusan" del sistema.
Primarias marcadas por el coronavirus
Biden aludió este martes, 17 de marzo, a la pandemia que dejó hasta el momento más de 100 muertos y 6.300 afectados sólo en Estados Unidos, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins. "Al coronavirus no le importa si eres demócrata o republicano. No discrimina en base a la nacionalidad, la raza o el género. Afecta a personas en posiciones de poder igual que a los más vulnerables de nuestra sociedad", ha afirmado, antes de asegurar que "estamos en esto juntos".
Previamente, Sanders, que también se dirigió a sus partidarios mediante una transmisión en vivo, centró todo su discurso en la respuesta que Estados Unidos debe proporcionar al Covid-19 y pidió 200.000 millones de dólares para prevenir "muertes, pérdidas de trabajo y evitar una catástrofe económica" en el marco de esta crisis, además de reclamar medidas como que el sistema sanitario del país norteamericano debe estar preparado para cubrir todas las facturas médicas derivadas de la enfermedad.
DS