Sin teleprompter, con voz calma y pausada, el precandidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, cuestionó duramente la respuesta del gobierno de Donald Trump a la amenaza del coronavirus en Estados Unidos. “Necesitamos una respuesta coordinada global. Tenemos que enfrentar al coronavirus en todos los lugares”, aseguró el líder de las primarias, horas después del anuncio de la suspensión de vuelos desde Europa.
El ex vicepresidente también fustigó las fallas y demoras en los test de coronavirus, cuya responsabilidad adjudicó a la Casa Blanca. “La falla de la Administración en los exámenes es colosal”, disparó. “La cantidad debiera ser millones, no miles. Deberían estar disponsibles para todos los que lo necesiten. Tenemos que saber la verdadera magnitud de este brote, para poder rastrearlo y contenerlo”, agregó el hombre que podría enfrentar a Trump en las elecciones del próximo 3 de noviembre.
El colmo de la reticencia en efectuar análisis llegó esta tarde, cuando la Casa Blanca informó que era “innecesario” que el presidente se efectuara uno, tras reunirse el fin de semana con Jair Bolsonaro y su secretario de prensa, Fábio Wajngarten, que dio positivo en las últimas horas.
Cómo afecta la economía global el Coronavirus
Por primera vez desde que lanzó su candidatura, Biden lució presidenciable y propositivo. Pidió que los análisis sean gratis, que los trabajadores tengan licencia con goce de sueldo, que el gobierno aumente la cantidad de camas en los hospitales y reincorpore a especialistas en seguridad sanitaria y biodefensa, que Trump despidió en 2018.
La prohibición de vuelos anunciada por el presidente el miércoles por la noche hundió a los mercados y provocó el rechazo Bruselas. “ La UE desaprueba el hecho de que la prohibición de viajar se haya adoptado unilateralmente”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y su par del Consejo Europeo, Charles Michel.
Ian Bremmer, presidente de la consultora política Eurasia Group, comparó la estrategia estadounidense con la respuesta de China de enviar asistencia médica por vía aérea a Italia y España, los países europeos más afectados. “Estados Unidos Primero es una respuesta peligrosamente miope a una crisis global”, aseveró, resaltando que no sólo la salud mundial está en riesgo, sino también el liderazgo internacional de su país.