Joe Biden quedó más cerca de ser el candidato que enfrente a Donald Trump en las elecciones de noviembre, luego de una nueva serie de importantes victorias en las primarias realizadas ayer martes 10 de marzo, en especial en el estado de Michigan, donde derrotó con amplitud a su rival Bernie Sanders.
Según las encuestas a boca de urna, Biden se beneficia sobre todo de un consistente voto de la minoría negra –que llegó al 80 por ciento en Mississippi, por ejemplo- y de los mayores de 65 años, mientras que el voto joven que había permitido las primeras victorias de Sanders perdió su peso, lo que provocó quejas del propio candidato.
Los demócratas votaron ayer en seis estados en el marco del complejo proceso de selección de su candidato, que ha quedado reducido al moderado Biden, ex vicepresidente de Barack Obama, y el senador “socialista” Bernie Sanders, que con sus propuestas radicalizadas atrae el voto de los más jóvenes.
Biden, de 77 años, se impuso ayer en Michigan, Missouri, Mississippi y Idaho, mientras que Sanders, de 78, se encaminaba a vencer en el estado de Washington y en Dakota del Norte, que aportan pocos delegados a la convención que proclamará al candidato.
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La sombra del coronavirus comienza ya a extenderse sobre todo el proceso electoral norteamericano: tanto Biden como Sanders suspendieron actos para evitar aglomeraciones, en un país que tiene ya 29 muertos por el virus.
Tras los resultados de ayer, Biden cuenta ahora con al menos 823 delegados, frente a 663 de Sanders (se necesitan 1190 para lograr la candidatura), y las encuestas muestran que es muy posible que se imponga con claridad en varias de las próximas primarias, con lo que se multiplican los pedidos para que su rival se retire y permita que los demócratas unan filas para el difícil desafío de enfrentar a Trump.
La principal primaria de la semana próxima será en Florida, donde los mayores de 65 y los moderados tienen un peso decisivo, así como los latinos, que hasta ahora han acompañado a Sanders. Sin embargo, entre los latinos de Florida abundan los cubano-nortamericanos, que lo odian por sus elogios a Cuba.
Los demócratas parecen haber aprendido la lección de las primarias republicanas de 2016, cuando una gran cantidad de candidatos moderados dispersó ese voto y permitió el avance irrefrenable de Donald Trump.
Después del “supermartes” de la semana pasada, la mayoría de los candidatos demócratas moderados resignaron su postulación y dieron su apoyo a Biden, que apenas diez días atrás parecía haber quedado fuera de la carrera, pero logró una recuperación casi sin antecedentes históricos luego de sus aplastantes victorias en el supermartes pasado.