Mientras Libia está en llamas y aumentan la represión y los muertos, Muamar Kadafi se niega a abandonar el poder. En un discurso transmitido por la cadena televisiva árabe Al-Jazeera, el líder disparó contra los medios de comunicación y la comunidad internacional por "distorsionar la realidad" y "trabajar para el diablo", y negó los rumores de su renuncia.
"Yo no me voy a ir con esta situación. Este es nuestros país y el país de nuestros abuelos. No vamos a dejar que lo destruyan", proclamó Kadafi, en su primera aparición pública desde el 17 de febrero, cuando comenzaron las protestas.
"Los jóvenes que protestan no son culpables", aseguró el libio, en referencia a los jóvenes que iniciaron las protestas. "Sólo quieren imitar lo que ha pasado en Egipto y Túnez. Los están manipulando, mañana pedirán perdón frente a los tribunales, pero nosotros no vamos a perdonar", agregó.
Kadafi apuntó contra los medios y a la comunidad internacional que, según él, están "trabajando para el diablo". "No quieren que Libia tenga una identidad propia, no están dispuestos a que la revolución africana lidere al mundo", sostuvo. Y agregó amenazante: "Cualquiera que quiera atacar al país está sujeto a ser ejecutado. Cualquiera que viole la constitución será ejecutado, igual que aquellos que quieran subvertir el poder popular".
"No soy presidente, soy líder de la revolución", afirmó el libio, ratificando su decisión de permanecer en el poder. "No tengo nada que perder. La revolución significa ir hasta el final de la vida, siempre", concluyó.