La esperada cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin no será cancelada, tras la imputación de doce agentes de inteligencia rusos por su participación en el Rusiagate. La Casa Blanca confirmó ayer el encuentro del lunes, como estaba previsto, a pesar de los pedidos de la oposición para suspenderla. “Tendrá lugar”, indicó Sarah Sanders, vocera del gobierno de EE.UU., interrogada sobre la cumbre del lunes en Helsinki.
El presidente norteamericano viajará mañana a Helsinki para reunirse con su par ruso, tras una escala de dos días en Escocia. “Nadie ha sido más firme con Rusia que yo”, se vanaglorió ayer, al ser consultado sobre la investigación por la supuesta colusión de su campaña con Moscú durante las últimas elecciones. “No voy con grandes expectativas, pero quizás haya sorpresas”, afirmó sobre el encuentro.
En tanto, el Kremlin calificó ayer al republicano como un “socio con quien se puede negociar”. “El estado de las relaciones bilaterales es muy malo. Tenemos que empezar a mejorarlas”, dijo el asesor presidencial Yuri Ushakov
La cumbre buscará tejer vínculos entre Moscú y Washington en momentos de fuertes tensiones políticas. “El objetivo de la reunión es empezar a mejorar esta situación negativa en las relaciones bilaterales, ponerse de acuerdo sobre medidas concretas para mejorarlas y establecer un nivel más o menos aceptable de confianza”, agregó Ushakov.
Las relaciones entre Moscú y Washington atraviesan uno de sus peores momentos desde el fin de la Guerra Fría. Las dos potencias divergen sobre el conflicto en Siria y Ucrania, o las acusaciones de injerencia rusa en la elección presidencial estadounidense de 2016. “Quisiéramos que estas negociaciones contribuyeran a crear una atmósfera que nos permitiera hablar sobre cómo continuar con los contactos, incluso con posibles visitas a Moscú y a Washington”, concluyó el funcionario del gobierno de Putin.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, también tendrán su primer encuentro en Helsinki, donde abordarán distintos temas de la agenda internacional, como la negociación con Corea del Norte, el enfrentamiento de Moscú con Ucrania, la anexión de Crimea y la guerra civil en Siria. Además, discutirán la confiscación de bienes diplomáticos rusos en Estados Unidos, así como la expulsión de diplomáticos a fines de 2016 ordenada por el ex presidente Barack Obama, tras la denuncia de injerencia en las elecciones. El Kremlin añadió que no está planeado que haya un comunicado conjunto pero los dos presidentes darán una conferencia de prensa luego de la cumbre.
“El mayor riesgo es que el presidente Trump finalmente cierre el trato que él y sus asesores han buscado desde antes de su toma de posesión. Sus socios extranjeros favoritos, Israel, los Emiratos Arabes Unidos y Arabia Saudita, lo alentaron a negociar el reconocimiento de la anexión rusa de Crimea y la suspensión de las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión a Ucrania, a cambio de la promesa del Kremlin de reducir la influencia iraní en Siria y la región”, alertó Susan Rice, ex asesora de seguridad nacional de Obama.